Los rescatistas continuaron arrancando a la gente de las aguas de las inundaciones en Texas el jueves incluso cuando las aguas retrocedieron de Houston, revelando partes de la devastación forjada por el huracán Harvey.
Donald Trump se comprometió a donar un millón de dólares en fondos personales para el esfuerzo de socorro.
Equipos de emergencia y voluntarios en barcos, camiones y aviones recorrieron suburbios inundados alrededor de Houston y ciudades al este para personas que aún necesitan evacuación.
La policía rescató a 18 personas de las inundaciones durante la noche, dijo el alcalde de Houston, Sylvester Turner. “La crisis está cayendo pero lejos de terminar.”
En las áreas más secas, los cuerpos de recuperación empezaron a evaluar la devastación y eliminar los desechos. Se prepararon para el descubrimiento de cuerpos.
Harvey, una vez un huracán categoría 4, fue degradado a una depresión tropical y se trasladó sobre el noreste de Louisiana y en Mississippi.
Los incendios y dos explosiones temprano el jueves en una planta química en Crosby, al noreste de Houston, sacudieron a los residentes ante la presencia de nuevos peligros a medida que las aguas retroceden.
La planta, que produce peróxidos orgánicos utilizados en resinas plásticas y pintura, perdió refrigeración debido a la tormenta. Un ejecutivo advirtió que ocho tanques más se podrían quemar y explotar. Los mensajes contradictorios de los funcionarios dejaron a las personas inseguras si las emisiones eran tóxicas.
El departamento de seguridad pública de Texas dijo que 48.700 hogares sufrieron daños por la devastación de las inundaciones, entre ellos 17.000 con daños mayores y 1.000 que fueron destruidos.
La tormenta ha matado a por lo menos 44 personas en Texas, dijeron las autoridades el jueves, y obligó a 32,000 personas a refugiarse desde que llegó a tierra el viernes pasado cerca de Rockport, en la costa del Golfo de México. Fue el huracán más poderoso que golpeó a Texas en medio siglo.
Los funcionarios ordenaron la evacuación obligatoria de algunas comunidades cerca de los embalses de Barker y Addicks, que continuaron descargando agua.
Con información de The Guardian
