El grupo Virgin de Sir Richard Branson ha invertido una suma no revelada en Hyperloop One, el líder de varias empresas que compiten para llevar la visión futurista de Elon Musk de un sistema de transporte de alta velocidad propulsado magnéticamente a la vida.
La inversión, que forma parte de una recaudación de fondos de 85 millones de dólares anunciada en septiembre, verá a Hyperloop One cambiando agregando el nombre de Virgin a su marca.
“Esta es una nueva manera increíblemente innovadora y emocionante de mover a la gente y a las cosas a velocidades aéreas en el suelo”, dijo Branson en un comunicado.
“Con Virgin Hyperloop One, los pasajeros y la carga se cargarán en una vaina y acelerarán gradualmente a través de la propulsión eléctrica a través de un tubo de baja presión. La vaina se eleva rápidamente sobre la pista usando levitación magnética y se desliza a velocidades de la línea aérea para largas distancias debido a la resistencia aerodinámica ultra baja. Estamos increíblemente entusiasmados con la tecnología detrás de Virgin Hyperloop One y la forma en que podría transformar la vida de los pasajeros “.
Josh Giegel, cofundador de Hyperloop One, dijo que “la combinación de nuestra probada tecnología y la experiencia de Virgin en transporte, operaciones, seguridad y experiencia de pasajeros acelerará la fase de comercialización del desarrollo de nuestra compañía. Junto con Virgin, no sólo transformaremos la forma en que vivimos, sino que repensaremos cómo se siente al viajar creando una experiencia de pasajeros que la gente disfrutará y esperamos poder montar. Nuestro objetivo es hacer el viaje divertido otra vez. ”
El concepto de Hyperloop fue discutido por primera vez en 2013, cuando Elon Musk, el multimillonario detrás de los coches Tesla y el negocio de cohetes SpaceX, publicó un documento de 57 páginas “de código abierto” detallando sus planes para un sistema de transporte que llevaría a los viajeros de San Francisco a Los Ángeles. cuestión de minutos.
Los detalles de su propuesta podrían haber sido poco convincentes para muchos expertos – un ingeniero de transporte señaló que, entre otras cosas, Musk subestimó radicalmente el costo de los viaductos de hormigón, el desagrado de las esquinas estrechas de alta velocidad y la dificultad de detenerse con seguridad en una emergencia – pero la propuesta engendró un número de compañías deseosas de trabajar en las versiones de la idea.
