TIJUANA, B.C.- Berenice es una joven universitaria que perdió la vista a los 14 años de edad por un tumor que le creció en la cabeza, aunque este pudo ser extirpado se le daño el nervio óptico por lo que desde entonces solo distingue silueta y un par de colores. A pesar de ello su familia busco la manera de que siguiera estudiando y recibió una beca para culminar sus estudios.
La joven estudia y trabaja, pero justo ahora que ingresa becada a la universidad, un día llegó a su casa para darse cuenta que sin respeto alguno por su discapacidad, ladrones se llevaron todo lo que tenía, entre las cosas su computadora con un programa parlante que le permite tomar notas y entregar trabajos.
Su vida cambió de manera drástica, ya que poco a poco fue perdiendo la visión hasta quedar completamente ciega.
“El tumor que yo tenía estaba alojado en el nervio óptico entonces me dijo el doctor que con el paso del tiempo ese nervio se iba a desinflamar poco a poco.
1.18 lo que pasa es que como yo tenía una vida como cualquier adolescente a los 14 años si fue como de gran impacto el ya no ver puesto que ya miraba anteriormente, entonces al momento en que yo empece a dejar de ver, pues borroso y chocaba, pues yo lo considero como que normal, entonces cuando me diagnosticaron el tumor yo deje de ver completamente y fue cuando ya mi vida totalmente como que se cambio” dijo.
Berenice proviene de una familia de escasos recursos, tiene 5 hermanos y solo cuenta con un apoyo que es la tarjeta de bienestar, por lo que la suma bimestral la invierte en sus traslados.
Para salir de su casa necesita bajar al menos 50 escalones en un cerro elaborados algunos con cemento pero la mayoría son llantas acomodadas en la tierra.
Dice que lo que más extraña es poder andar en las calles sola y sobre todo el rostro de su madre, sin embargo no se da por vencida.
“Lo que más extraño es andar yo sola y ver a mi familia o sea porque yo me acuerdo como mi mamá tenía su rostro, bueno en la edad que yo la dejé de ver entonces ahorita yo se como que mi mamá pues ya está como más viejita, mi hermana, perdon!! mi hermana más pequeña pues obviamente ya creció, no tiene el mismo rostro que antes y todas esas cosas creo que es como lo que más extraño y andar sola en la calle como cualquier adolescente a la edad”
Destacó que ser una persona con discapacidad te limita de obtener un trabajo formal hasta 5 veces, por lo que es indispensable nunca darse por vencido y luchar por lo que se desea de corazón.
Berenice está buscando recursos para comprar una computadora para instalar el programa parlante y mientras tanto utiliza una pesada maquina que le permite escribir en sistema braile sin que esto sea una limitante.
“Se que es dificil porque uno para empezar no tiene los recursos para comprar algo y lo único que quiere es salir adelante y el hecho de que venga alguien y te lo quite si es como que muy triste y da más que nada tristeza que te quiten algo por lo que te esfuerzas, que vengan y te lo quiten como si nada y a ellos al final de cuentas no les importa”
Quien tenga el deseo de apoyar económicamente a la joven con discapacidad visual puede hacerlo a través de la tarjeta de debito Bancoppel al número de cuenta 4169 1604 2756 8242.
Con información de Ivonne Hernández
