En Japón, los robots pueden servir como compañeros, ayudantes para los ancianos, bots de entretenimiento e incluso parejas sexuales, pero ahora el robot-sacerdote humanoide de SoftBank, Pepper, se ha puesto a la venta como sacerdote budista para los funerales.
Tomando la idea del bot de la bendición alemana y corriendo con ella, el nuevo código de Pepper le permitirá cantar sutras en una voz computarizada mientras toca un tambor, proporcionando una alternativa más barata a un sacerdote humano para ver a sus seres queridos en el sueño eterno.
El robot-sacerdote fue exhibido el miércoles en una feria de la industria funeraria, la Life Ending Industry Expo, en Tokio, mostrada por el fabricante de moldes de plástico Nissei Eco.
Con el costo promedio de un funeral en Japón alcanzando más de 20,000 dólares, según datos de la Asociación de Consumidores de Japón en 2008, y los sacerdotes humanos que cuestan 1,700 dólares, Nissei Eco está buscando para socavar el mercado con Pepper disponible por sólo 350 dólares por funeral .
Con la población de Japón envejeciendo y encogiéndose, muchos sacerdotes budistas reciben menos apoyo financiero de sus comunidades, lo que llevó a algunos a encontrar trabajo a tiempo parcial fuera de sus funciones en el templo, dijo Michio Inamura, asesor ejecutivo de Nissei, quien sugirió que el robot-sacerdote podría intervenir “cuando un ser humano no esté disponible.”
Los posibles arreglistas funerarios tienen la opción de cubrir a Pepper en la túnica de un monje budista e incluso pueden vivir la ceremonia a aquellos que no pueden asistir al funeral en persona.
El sacerdote budista Tetsugi Matsuo dijo que vino a la exposición para ver si Pepper podía “impartir el aspecto de” corazón “a una máquina porque creo que el” corazón “es el fundamento de la religión”.
Pepper todavía tiene que ser contratado para llevar a cabo un funeral, pero con los robots poco a poco se arrastran en la mayoría de las facetas de la vida parece inevitable que se involucrará en su final de una forma u otra.
Con información de The Guardian
