Un grupo de unos 30 prisioneros estuvo entre los primeros en comenzar a arreglar las calles llenas de baches de Roma como parte de una iniciativa que las autoridades de la capital italiana han calificado como “Me redimo por Roma”.
Los reclusos, de Rebibbia, una de las prisiones más grandes de Italia, han sido capacitados para asfaltar y realizar otros trabajos de mantenimiento por parte del operador de autopistas, Autostrade per l’Italia. No está claro si se les está pagando por las obras.
El alcalde de Roma, Virginia Raggi, del populista Five Star Movement, y Francesco Basentini, el jefe del departamento de administración de la prisión, estuvieron presentes cuando los prisioneros comenzaron a arreglar calles en Torre Spaccata, un área al este de la ciudad, el martes. Mañana.
Más prisioneros serán traídos para reparar carreteras, que están muy llenas de baches peligrosos y superficies en descomposición, en otras áreas desde ahora hasta mediados de febrero.
Las autoridades inicialmente propusieron la redacción en el ejército para hacer el trabajo, pero la polémica sugerencia fue rechazada por el parlamento, mientras que el presidente italiano, Sergio Mattarella, dijo durante su discurso de Año Nuevo que “el papel de las fuerzas armadas no debe distorsionarse al asignarles tareas. Incompatibles con su alta especialización ”.
Los presos elegidos se consideraron de bajo riesgo y cumplían sentencias cortas.
El pobre estado de las calles fue culpado por la muerte de un joven motociclista en mayo pasado. Poco después, los residentes comenzaron a dibujar círculos alrededor de baches peligrosos con pintura en aerosol verde y amarilla para resaltar su existencia, pero se les dijo que podían enfrentar multas por desfigurar las carreteras.
Luca Bérgamo, el vicealcalde de Roma, dijo en octubre que 3,300 km de carreteras en la capital no se habían mantenido adecuadamente durante años, pero que la burocracia asfixiante hizo que los procesos de licitación para las obras fueran extremadamente largos. Algunos agujeros profundos en las calles del centro han sido acordonados durante meses sin ser reparados.
El último esquema sigue una iniciativa similar el año pasado en la que los presos tenían la tarea de limpiar parques y jardines en toda la capital. Raggi dijo que tales proyectos ayudaron a rehabilitar a los internos.
El alcalde, que ha dirigido Roma desde junio de 2016, recibe regularmente disparos de residentes por el estado de la capital, con otros problemas que incluyen basura no recolectada y un sistema de transporte en crisis. Desde el comienzo del año, tres autobuses se incendiaron espontáneamente debido a la sospecha de mantenimiento deficiente.
Miles de residentes de Roma protestaron en octubre contra lo que llamaron la decadencia de la ciudad. Los problemas se registran continuamente en las redes sociales, con personas que comparten imágenes de pilas de basura y graffiti.
