El último clavo en el ataúd de una oposición
El anuncio del dirigente nacional del Partido Acción Nacional, Jorge Romero, de refundar su partido cuyo punto medular consiste en romper las alianzas con cualquier otro partido, arrancó aplausos entre los militantes del blanquiazul.
En lo que parece un acto de contricción, el dirigente nacional de Acción Nacional echa abajo las candidaturas comunes como aquella fraguada con el PRI y con el difunto PRD que sirvió de trampolín para apoyar a Xóchitl Gálvez a contender en el pasado proceso electoral
Durante la presentación de esta refundación, Romero Herrera esgrimió por valores la defensa de la patria, la familia y la libertad, lemas similares a los de la Italia fascista con voces como las de Giovanni Giuriati, o la España de la Falange de Francisco Franco y más recientemente Javier Milei en Argentina cuyo slogan es “Dios, patria y familia”.
Acción Nacional no niega la cruz de su parroquia: es un partido de derecha que tuvo que aliarse con un PRI cada vez más hundido en la derrota, y que sin su aliado natural está en riesgo hasta de perder su registro.
Pero sabedor de que su militancia es cada día más magra, el dirigente panista abre las candidaturas a todo ciudadano que se registre y a quien favorezcan las encuestas.
Si bien la propuesta se antoja interesante para algunos aspirantes sin militancia ni trayectoria en la función pública, también le abre la puerta a quienes por simpatías, por números y por caer bien en sus comunidades, le lleven delantera a los militantes que estuvieron con el PAN en las buenas y en las malas.
Estamos a las puertas de un partido sin identidad, un partido que le apuesta a postular caras populares que militantes probados.
Sin duda esta decisión cupular le permitirá al blanquiazul ganar ciertas posiciones, pero sus documentos básicos, su declaración de principios, su programa de acción y sus estatutos, quedan para la historia.
Y así, lo que parece un intento de refundación, podría convertirse en el último clavo en el ataúd de una oposición que a 7 años de haber perdido el poder todavía camina sin rumbo.