El Salón de la Fama abre sus puertas a nuevos inmortales

COOPERSTOWN, Nueva York.- El Salón de la Fama del Beisbol tiene seis nuevos inmortales que este día fueron consagrados en una ceremonia realizada en la sede del recinto donde se conserva y enaltece la grandeza de sus beisbolistas.

Más de 50 mil personas se dieron cita para aplaudir a sus ídolos.

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Chipper Jones, Vladimir Guerrer, Jim Thome, Trevor Hoffman, Jack Morris y Alan Trammel fueron los nuevos inmortales que tras brillantes carreras, sus nombres han quedado marcados para la historia.

Chipper Jones fue en su momento, uno de los mejores terceras bases jugando para los Bravos de Atlanta.

Vladimir Guerrero, quien jugó para los Expos de Montreal y los Angelinos de Los Angeles, fue un tremendo bateador y excelente jardinero. El dominicano estaba feliz.

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Jim Thome fue un excelente bateador, que también tuvo una carrera brillante.

Trevor Hoffman se convirtió en el tercer jugador que ingresa al Salón de la Fama con el uniforme de los Padres. Salvó 601 juegos salvados, 552 para los Padres de San Diego. Es el segundo en la lista de todos los tiempos, superado por Mariano Rivera.

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Tal como lo hizo como relevista implacable, Hoffman no mostró un solo nervios al pronunciar su discurso, que cerró con un agradecimiento a su esposa.

“Compartiste conmigo este viaje asombroso de altibajos desde el comienzo, sin permitirme nunca que el éxito se me subiera o que el fracaso me hundiera”, dijo Hoffman. “Te amo”.

Hoffman recordó a sus compañeros, a su manejador Bruce Bochy, presente en el estadio, a Jerry Coleman, a la afición de ambos lados de la frontera.

Elegido en su tercer año en la papeleta, Hoffman jugó buena parte de su carrera con los Padres de San Diego, y la finalizó con los Cerveceros de Milwaukee. Durante tres años, no logró impresionar a los ejecutivos como campocorto, por lo que se mudó al bullpen y se convirtió en una estrella.

Jack Morris fue elegido por el comité de veteranos junto con quien fue su compañero con los Tigres que ganaron la Serie Mundial de 1984, Alan Trammel.

Había porras para todos los consagrados, pero fue notorio el apoyo para Vladimir, para Hoffman, Chipper, todos fueron aplaudidos, peloteros de época y que cubrieronuna misma generación.

Con información MLB