Samsung ha presentado el Galaxy S8 y S8 +, los primeros teléfonos insignia de la compañía desde la debacle de la Note 7 en 2016 amenazara con hundir su marca a los ojos del público.
La característica más llamativa de los teléfonos nuevos es una pantalla casi completamente sin borde, que funciona a todo lo ancho del dispositivo, incluso curvándose alrededor del borde (similar a la pantalla en el Galaxy S7 Edge de Samsung), y encogiendo los marcos superiores e inferiores a astillas minúsculas. Samsung llama a esta “pantalla infinita”, e incluso el botón de inicio se ha eliminado, sustituido por una sección sensible a la presión en la parte inferior de la pantalla.
Eso permite que los dos dispositivos, con pantallas de 5,8in y 6,2in respectivamente, ocupan el cuerpo de un teléfono con una pantalla mucho más pequeña. El Galaxy S8, por ejemplo, tiene dimensiones de 148,9 x 68,1 x 8 mm, aproximadamente un centímetro más corto y estrecho (aunque 0,7 mm más grueso) que un iPhone 7 Plus, a pesar de tener una pantalla de 0,3 pulgadas más grande.
La pantalla, con una resolución de 2960 x 1440 píxeles en ambos modelos, es también la primera en un teléfono móvil en ser calificada como Mobile HDR Premium, certificándolo como un estándar para el contenido de alto rango dinámico; mostrando negros más negros, blancos más brillantes, y un rango generalmente mayor de brillo que la mayoría de los teléfonos.
Dentro de los dispositivos se encuentra un chip octacore (con cuatro núcleos con reloj de 2,3 GHz y cuatro a 1,7 GHz), el primero en un teléfono inteligente que se hará en un proceso de producción de 0,1 micrones, junto con 4 GB de RAM y 64 GB de almacenamiento flash. También presenta una ranura de expansión para tarjetas microSD.
Aunque en gran parte similares aparte de sus pantallas, los dos tamaños tienen otra diferencia: una batería más grande en el modelo más grande, clasificado en 3.500mAh, mientras que el teléfono más pequeño tiene almacenaje de 3.000mAh.
El Galaxy S8 se enviará con Android 7, Nougat, que actualmente es la versión más reciente de Android. Éste será reemplazado en el tercer trimestre de 2017 por Android O.
Las cámaras de los dos dispositivos siguen siendo en gran parte similares a las del Galaxy S7: una cámara de 12MP, con estabilización de imagen óptica y una cámara selfie de 8MP, ambas con una apertura F1.7. También se incluye un sensor de huellas dactilares en la parte posterior del dispositivo, junto a la cámara y una función de desbloqueo de la cara.
Una cosa que ha sobrevivido a la actualización es la toma de auriculares. Seis meses después de que Apple decidiera sacar el iPhone 7 sin un enchufe estándar de 3.5mm, el Galaxy S8 todavía tiene espacio para el puerto antiguo.
La liberación llega en un momento crucial para Samsung. Después de la catástrofe del Note 7, que vio los dispositivos retirados después de que un número de ellos se incendiara espontáneamente, la compañía se embarcó en un período de recesión, lanzando anuncios anunciando su reputación de seguridad e intentando limitar el daño más amplio a su marca.
“La marca perdió prestigio y confianza del consumidor con la debacle de la Galaxy Note 7”, dice Thomas Husson, vicepresidente y analista principal de Forrester. Además, “Samsung sólo tiene una ventana de oportunidad de varios meses antes del lanzamiento del iPhone 10 º aniversario”, que actualmente se espera que llegue en septiembre con un diseño similar libre de bordes.
