“Mantén un corazón tranquilo, siéntate como una tortuga, camina rápido como una paloma y duerme como un perro.” Son los consejos que Li Ching-Yuen, quien mantiene a la fecha el record de la persona más longeva del planeta, dijo al ser cuestionado acerca de su larga vida.
Li-Ching vivió la sorprendente cantidad de 256 años. Nació en Sichuan, China en el año 1677 y su fallecimiento dio lugar en la misma provincia en 1933.
Cuando la comunidad internacional se percató del increíble caso, varias personas acudieron a él para preguntarle el secreto de su longevidad; fue el New York Times, en un artículo publicado en 1933, quien revelara esta información por primera vez al mundo entero.
Ching-Yuen era un médico experto en hierbas muy famoso en toda China y era consultado por militares de alto rango, políticos y comerciantes. Adicional a los consejos que usualmente daba para mantener una vida tranquila y sana, el herbólogo declaró en la entrevista que no bebía alcohol ni fumaba. Respetaba sus horarios de comida y tenía una dieta vegetariana estricta. Dormía suficiente y a horas recomendadas.
Li declaraba haber nacido en 1734 cuando se le cuestionaba, sin embargo, investigadores del equipo de la universidad de Minkuo encontraron documentos que comprobaban que su año de nacimiento era 1677. Al igual, encontraron documentos en los que el Gobierno imperial de China lo llegó a felicitar por sus cumpleaños número 150 y 200.
En su larga vida tuvo un total de 23 esposas y se le atribuyen 180 hijos. A pesar de gozar de una buena salud, pereció de causas naturales. Tras su muerte, el general Yang Sen, amigo cercano del difunto, ordenó que un equipo investigara la verdadera historia de Li Ching-Yun.
