Alrededor de 1,000 peregrinos se reunieron en Unterflossing, Baviera, el domingo para presenciar la supuesta segunda aparición de la Virgen María en la aldea de 112 habitantes.
Salvatore Caputa, un autoproclamado vidente y ex policía de Sicilia, atrajo a peregrinos de Alemania, Austria e Italia, algunos con muletas y sillas de ruedas. Los observadores informaron que a las 4.30 pm en punto, cayó de rodillas como un fuerte olor de aroma rosa flotó en el aire. Luego entró en la capilla.
Mientras que la iglesia católica no reconoce a Caputa, quien ha afirmado haber visto las visitas de María desde 1986 y haber tenido conversaciones con ella, la arquidiócesis de Munich tomó los acontecimientos lo suficientemente serios para enviar un observador a informar a los líderes de la iglesia.
Muchos asistentes copiaron a Caputa mientras sostenía un rosario en una mano extendida, mientras otros sostenían teléfonos móviles y filmaban el espectáculo.
Los peregrinos dijeron que habían “sentido una presencia”. Anna Maria Schwarz, de 75 años, que rezaba en la capilla, dijo a los medios de comunicación alemanes: “Salvatore tiene la gracia de Dios, ha sido elegido por la Madre de Dios”.
Ella describió el olor del perfume, diciendo que el olor sólo estaba reservado para aquellos “en estado de gracia”. Ella agregó: “Sientes una vibración y sabes que la madre de Dios está allí”.
Volviendo de la capilla media hora más tarde con una página llena de escritura, Caputa dijo: “María quiere que le reces a ella. Está muy preocupada.”
Exhortó a los presentes a “traer la paz a sus corazones” y agregó que la Virgen había pronunciado su amor por Austria y Alemania, y volvería el 19 de marzo a las 4.30 pm.
Otto Masszi, propietario de la capilla privada y ambientalista en la oficina del distrito administrativo de Munich, dijo que era un “mensaje fantástico” escuchar que la Virgen María regresaría. “Eso me dice que (hasta entonces) nada sucederá a nuestro hermoso mundo. Ningún asteroide destruirá la tierra, no habrá tercera guerra mundial, ni epidemia “, dijo.
El alcalde Lorenz Kronberger, se centró más en los detalles prácticos que en los pastores, diciendo que había luchado para lidiar con problemas como el estacionamiento y la seguridad vial en medio de la afluencia de tantos visitantes. “Mi principal preocupación es la gestión del tráfico en lugar de que la Madre de Dios aparezca en la carne”, dijo.
Algunos peregrinos recogieron agua del pozo del pueblo, que Caputa dijo que había sido bendecido por María, llenando botellas y bidones.
Con información de The Guardian
