Ser Reagan

Tim Matheson interpreta al presidente Ronald Reagan en la película para la televisión “Killing Reagan,” de próximo estreno, pero el veterano actor nunca lo conoció. Sí conoció, empero, a su hija Patti—la conoció “de forma ligera, informal y social,” precisó el actor—cuando Reagan ocupaba la Casa Blanca.

“Patti llegó a ir a una o dos fiestas en mi casa, acompañada de los agentes del Servicio Secreto, lo que ponía nerviosos a todos en aquellos tiempos tan alocados,” recuerda Matheson. “Ellos me aseguraron que no les preocupaba lo que estuviera sucediendo en la casa. Que solo querían cerciorarse de que estuviéramos seguros, de que ella estuviera segura al salir de la casa, de que el perímetro estuviera asegurado y que nosotros fuéramos los únicos que estuviéramos ahí.

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“Yo les dije que estaba muy bien y les di las gracias.”

Esto no quiere decir que Matheson no tuviera una opinión sobre Reagan al disponerse a hacer “Killing Reagan,” basada en el exitoso libro de Bill O’Reilly “Killing Reagan: The Violent Assault That Changed a Presidency” (Henry Holt, 2015). La tenía y era una opinión muy fuerte.

Matheson ha sido demócrata toda su vida, criado por mujeres del sur que eran lo que ahora llaman demócratas del perro azul o del perro amarillo.

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“Mi madre y mi abuela eran demócratas, partidarias incondicionales de los derechos civiles y de Jack Kennedy,” afirma Matheson, hablando por teléfono desde su casa en Los Ángeles. “Mi madre trabajó en la campaña de Jack Kennedy, así que yo crecí de ese modo. Y especialmente cuando Ronald Reagan fue gobernador, yo estaba diametralmente opuesto.

“Pero debo decirle que él es el único republicano por el que he votado,” admite el actor. “La segunda vez que se presentó a las elecciones, yo voté por él pues simplemente lo admiraba. La política quedó en segundo lugar. Yo pensaba que el tipo estaba en el lugar indicado, en el momento preciso.

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“Él interpretó el temperamento del país y las cosas estaban mejorando—él llegó al país al final de los años setenta, después de todo el estiércol y el lodazal de Nixon, de los asesinatos y el horror de todo eso, y de cuando Nixon se vio obligado a renunciar al cargo,” continúa Matheson. “Dios bendiga a Jimmy Carter, pero no creo que haya sido la persona apropiada en el lugar indicado en el momento preciso. Reagan sí creo que lo fue.

“Él tranquilizó al país, mantuvo una mano firme en el timón y creo que también interpretó bastante bien a la Unión Soviética.”

Programada para trasmitirse el 16 de octubre en el canal de National Geographic, “Killing Reagan” cubre mucho terreno. Toca la campaña presidencial de Reagan en 1980, sus primeros días en la Casa Blanca y después el intento de asesinato y sus consecuencias. Uno de los personajes clave, por supuesto, es Nancy Reagan (Cynthia Nixon), su amada esposa y defensora feroz.

Mientras tanto, “Killing Reagan” también les presenta a los espectadores a John Hinckley Jr. (Kyle S. More), el conflictivo joven que le disparó a Reagan y a otras tres personas el 30 de marzo de 1981. La película profundiza en su vida familiar antes del fatídico día en que se mezcló con la multitud afuera del hotel Hilton de Washington y le disparó al presidente y a su entorno cuando salían después de haber dado un discurso.

Al interpretar a un personaje de la vida real, indica Matheson, “no se puede actuar la política.” Más bien optó por concentrar su energía en entender y presentar a Reagan, el hombre.

“Él tenía sus creencias,” explica el actor, “así que mi interés realmente eran lo que lo motivaba como hombre, como ser humano, y cómo era su relación con Nancy.”

“Para mí, esto se volvió una historia de amor entre ellos dos,” continúa, “y la naturaleza de nuestra película, en realidad, para mí fue su relación. Ellos estaban en una isla en medio del torbellino que se agitaba a su alrededor. Se cuidaban uno al otro, a veces incluso en detrimento de sus hijos, que se sentían un poco marginados.

“Además, él tenía una profunda creencia religiosa, una creencia en un poder superior,” agrega Matheson. “Él estaba convencido de que estaba aquí por un propósito, según mis investigaciones. Y creo que después del intento de asesinato, se amplificó la noción de que estaba aquí por una razón, y que esa razón era ponerle fin a la carrera de armas nucleares.”

La pareja de Matheson en buena parte de “Killing Reagan” fue Nixon. Y nos referimos a Cynthia Nixon, por supuesto, no a Richard.

“Ella es sensacional,” afirma Matheson. “Ella es una mujer muy fuerte, una actriz muy sólida y de gran personalidad. Además es divertida, pareja divertida para sencillos y para dobles y, la verdad, desde un principio ella encarnó mucho de lo que Nancy le aportó a Ronald.

“Si llegaba a haber un momento en una escena en la que estuviéramos tratando de encontrar el camino y de sentirlo,” continúa, “ella decía: ‘Creo que es esto y aquello.’ Después decíamos que lo íbamos a probar. Ella es muy decidida y tiene una mano muy firme. Y es muy inteligente.”

El maquillaje de Matheson no lo hizo verse exactamente igual que Reagan. Más bien solo lo evoca. Del mismo modo, su voz no es una imitación exacta sino más bien una evocación adecuada.

“Yo había interpretado a personajes de la vida real antes y en una ocasión interpreté a Jack Kennedy,” indica el actor, “y creo que algunos de los errores que se cometen con este tipo de papeles es pasar mucho tiempo trabajando en el acento, mucho tiempo trabando en la voz, mucho tiempo trabajando en los modales en lugar de dedicárselo al ser humano y a la dinámica del personaje.

“No soy imitador, no hago imitaciones ni acentos como algunas otras personas hacen tan fácilmente,” agrega Matheson, “así que solo quería hacer lo necesario para que la gente dijera que estaba bien o que lo entendía. Y después olvidarme del asunto pues de otro modo es una trampa.

“Y, en cuanto al maquillaje, el que me guio en eso fue Tony Hopkins, Sir Anthony, cuando hizo a Nixon,” revela Matheson, refiriéndose a “Nixon” (1995) de Oliver Stone. “No era realmente Nixon. Frank Langella probablemente era más Nixon, se parece más a él y tenía más maquillaje. Pero yo pensé que, a fin de cuentas, no se trata de eso.

“En realidad se trata del espíritu, del personaje y del interior del hombre,” explica, “y si entendemos eso, como yo pienso que lo entendió Hopkins … no es que me esté comparando con él pero, como inspiración, yo simplemente pensé que estaba sensacional. Ese fue mi punto de partida y fue de ahí de donde empecé.”

Por difícil que sea de creer, Matheson cumplirá 69 años en diciembre. Ha estado actuando desde hace 55 años: uno de sus primeros créditos fue un papel de invitado en “Leave It to Beaver,” en 1962. Quizá sea más conocido por su papel como Eric Stratton en “Animal House” (1978), Roy Martin en “A Very Brady Sequel” (1996), el vice presidente John Hoynes en “The West Wing” (1999-2006) y el doctor Brick Breeland en “Hart of Dixie” (2011-2015).

Matheson también ha dejado huella como productor y director, recientemente dirigió episodios de la serie “Person of Interest” y “Lucifer” este año.

El actor admite que él mismo se sorprende por la longevidad de su carrera.

“Para mí es notable,” afirma. “Gracias a Dios yo estaba muy joven cuando empecé. Tuve la suerte de haber encontrado lo que me gusta hacer a una edad temprana y de haber podido adaptarme a los cambios de los tiempos y las épocas para encontrarme a mí mismo de un día a otro. He podido mantenerme involucrado y activo y participar en trabajos realmente notables, así como vivir la experiencia del otro lado de la cámara, dirigiendo y produciendo.

“Simplemente adoro el proceso y a la gente implicada en el negocio de las películas, el negocio del entretenimiento, la televisión, y eso ha sido mi iglesia,” afirma Matheson. “Ha sido al lugar al que voy cuando necesito terapia o inspiración, el lugar de mi familia. Se ha vuelto eso para mí y he tenido la extraordinaria suerte de haberlo encontrado a una edad muy joven y de que haya permanecido conmigo tanto tiempo.

“Una cosa excelente de esto es que no creo que nunca tenga que retirarme.”

(Ian Spelling es un escritor independiente basado en Nueva York.)

Ian Spelling
© 2016 Ian Spelling