KABUL, Afganistán.- Un nuevo terremoto de magnitud 5.2 golpeó este martes la región oriental de Afganistán, a solo dos días del devastador sismo que dejó más de mil 400 muertos y 3 mil 100 heridos. El epicentro se localizó a 34 kilómetros al noreste de Jalalabad, en la provincia de Nangarhar, con una profundidad de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS).
Rescate entre los escombros
Las provincias de Kunar y Nangarhar continúan siendo las más golpeadas por los movimientos telúricos. En comunidades aisladas, sin acceso terrestre, los equipos de rescate se apoyan en aeronaves para trasladar heridos y distribuir suministros de emergencia. “En los lugares donde las aeronaves no podían aterrizar, decenas de fuerzas comando fueron transportadas por aire para rescatar a los heridos”, informó el portavoz talibán Hamdullah Fitrat.
Zonas incomunicadas y ayuda limitada
En valles como Dewagal y Shaheedan, residentes señalan que la ayuda aún no llega y muchos sobrevivientes permanecen atrapados bajo escombros. “Se tarda casi cuatro horas a pie para llegar a las áreas más afectadas. No hay carreteras”, relató un poblador, mientras habitantes llevan palas, agua y pan seco para apoyar las labores de rescate.
Drama humano en los campamentos
En campamentos improvisados, familias relatan pérdidas irreparables. Abdul Majeed, de 55 años, dijo haber perdido a su esposa, dos hijas y un hijo en el primer sismo: “No nos quedó nada”. Mientras tanto, equipos médicos voluntarios de Kabul han instalado clínicas móviles, atendiendo a los heridos que logran ser trasladados de las zonas devastadas.
