Sobrinos de la primera dama de Venezuela sentenciados a prisión por traficar cocaína

Dos sobrinos de la primera dama de Venezuela han sido condenados a 18 años de prisión tras ser condenados en Nueva York por cargos de conspiración para drogas.

El juez de distrito estadounidense Paul Crotty sentenció a los dos hombres, Francisco Flores de Freitas, de 32 años, y Efraín Antonio Campo Flores, de 31, en una audiencia en una corte federal en Manhattan. Los dos son primos, ambos sobrinos de Cilia Flores, la esposa del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

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Los abogados de ambos acusados ​​solicitaron una sentencia más corta de 10 años, mientras que los fiscales buscaron 30. Crotty dijo que 30 años serían excesivos, y señaló que Flores de Freitas y Campo Flores no tenían antecedentes penales.

“Lo que me conmueve es que el señor Campo Flores y el señor Flores de Freitas quizás no fueron los narcotraficantes más astutos que jamás existieron”, dijo. “Estaban por encima de sus cabezas”.

Ambos primos hablaron brevemente antes de ser sentenciados.

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“Sé que he cometido errores muy graves en este caso”, dijo Campo Flores, pasando a disculparse con su esposa e hijos.

“Siempre he sido una buena persona”, dijo Flores de Freitas. “Incluso en la cárcel intenté ayudar a aquellos que estaban en una situación psicológica peor de la que me encuentro”. Pidió que el juez le permita regresar a Venezuela para estar cerca de su hijo.

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Los abogados de los dos hombres no tuvieron comentarios inmediatos después de la sentencia.

Flores de Freitas y Campo Flores fueron arrestados en Haití en noviembre de 2015 en una operación de la Agencia Antidrogas de los EEUU (DEA). Los fiscales dijeron en un documento judicial que trataron de ganar 20 millones de dólares a través del tráfico de drogas para ayudar a mantener a su familia en el poder.

Campo Flores y Flores de Freitas fueron condenados en noviembre de 2016 por un jurado por conspirar para importar cocaína a los Estados Unidos.

Los abogados de los dos hombres dijeron en un documento judicial a principios de este año que los fiscales habían demostrado que solo se trataba de “discusiones chapuceras sobre un complot de drogas que en realidad nunca se pudo haber ejecutado”.

Días después de la condena, Maduro criticó el caso en un discurso como una instancia de “imperialismo de Estados Unidos”. Maduro frecuentemente ha acusado a Estados Unidos de narcotráfico como un pretexto para inmiscuirse en Venezuela e intentar derrocarlo.

Bajo Maduro, la petrolera venezolana ha caído en una crisis económica y política en la que más de 120 personas han muerto en cuatro meses de protestas. Estados Unidos anunció nuevas sanciones contra el gobierno de Maduro en julio.

Con información de The Guardian