Las autoridades venezolanas arrestaron a un soldado de la Guardia Nacional y lo acusaron de matar a tiros a una mujer embarazada de 18 años durante un incidente que los medios locales describieron choque frontal en la fila del pan.
Alexandra Colopoy recibió un disparo del sargento primero David Rebolledo, según un tweet del fiscal del estado el domingo por la noche. No se proporcionaron más detalles, pero los críticos del gobierno izquierdista del presidente Nicolás Maduro se aprovecharon del incidente, calificándolo como un claro ejemplo del colapso del país rico en petróleo.
Los medios locales informaron que el esposo de Colopoy y un testigo dijeron que los soldados estaban borrachos cuando llegaron a la fila del pan en una zona pobre de Caracas. Dijeron que los soldados ordenaron a las personas que esperaban en fila que se fueran porque los productos se habían agotado, pero se negaron.
“El guardia nacional se volvió loco y comenzó a disparar”, dijo el cónyuge de Colopoy, Bernabé, en una entrevista filmada que circulaba en las redes sociales. “Cayó al suelo”, dijo, agregando que su esposa estaba embarazada de cinco meses. Su hermano Alejandro también recibió disparos, pero se estaba recuperando, dijo.
El fiscal Tarek Saab condenó el incidente.
“El estado venezolano garantiza el respeto y la aplicación de los derechos humanos, así como las sanciones para aquellos que los violan”, escribió en Twitter.
Los disturbios por los alimentos y las largas filas frente a los supermercados se han vuelto frecuentes en Venezuela. El país de la OPEP se tambalea tras un cuarto año de brutal recesión. Millones de residentes tienen salarios que suman solo unos pocos dólares estadounidenses al mes, lo que dificulta la obtención de alimentos suficientes.
“Así es como el régimen asesino trata a la gente”, escribió el lunes la líder de la oposición Delsa Solorzano. “La tristeza de este hombre, cuya mujer y bebé fueron muertos por una bala del Estado, es el dolor de Venezuela”.
Con información de The Guardian
