El año pasado, el gobierno federal desplegó 52,807 soldados para luchar contra los cárteles de la droga de México, el número más alto en la guerra de 12 años contra las drogas, según las estadísticas.
El despliegue de registros se extendió por varios estados en varias regiones del país.
La Secretaría de Defensa envió más de 6.000 soldados a Guerrero, donde operan grupos criminales como Guerreros Unidos, Los Ardillos y Los Rojos. El estado sureño es uno de los más pobres y violentos de México y también es un gran productor de adormidera.
En Jalisco, el objetivo principal de un despliegue compuesto por 5.535 soldados fue el Cártel de Nueva Generación de Jalisco (CJNG), que supuestamente fue responsable de torturar y matar a tres estudiantes de cine cerca de Guadalajara en marzo de este año.
El mismo cártel fue culpado de un ataque en mayo contra Luis Carlos Nájera, el ex fiscal general de Jalisco que ahora es el secretario de trabajo del estado.
En 2017, el ejército también fue enviado para llevar a cabo tareas de seguridad pública en Tamaulipas, Nuevo León y San Luis Potosí, entre otros estados.
El ex presidente Felipe Calderón lanzó la estrategia militar de lucha contra el crimen poco después de asumir el cargo en diciembre de 2006 al enviar 6.500 soldados a su estado natal de Michoacán.
Durante 2007, su primer año completo en el cargo, se desplegaron 45,000 soldados en todo el país.
El tamaño del despliegue se incrementó a 48.650 en 2009 a medida que el número de soldados, infantes de marina y la Policía Federal que perdieron la vida en los enfrentamientos con el crimen organizado siguió creciendo.
Ese número se mantuvo hasta el final del período de seis años de Calderón en 2012.
La mayor concentración de tropas durante la administración del Partido Acción Nacional (PAN) fue en la ciudad fronteriza norteña de Ciudad Juárez, Chihuahua, que había sido considerada la ciudad más peligrosa del mundo.
Con más de 29,000 homicidios, 2017 también fue el año más violento en al menos dos décadas, mientras que más de 200,000 personas han sido asesinadas en los 12 años desde que comenzó la represión contra cárteles, lo que lleva a muchos observadores a concluir que la estrategia de guerra contra las drogas es fallida.
Con información de The Guardian
