Docenas de musulmanes chiítas fueron fusilados por soldados nigerianos en dos días mientras protestaban pacíficamente contra el encarcelamiento de su líder, según las pruebas recopiladas por Amnistía Internacional.
Al menos 45 miembros del Movimiento Islámico de Nigeria (IMN) fueron asesinados en el capital, Abuja y el estado vecino de Nasarawa el sábado y el lunes, dijo el grupo de derechos humanos. Cuatrocientas personas fueron arrestadas el martes.
Según Amnistía, los soldados utilizaron armas automáticas contra los manifestantes en un “horrible uso excesivo de la fuerza por parte de los soldados y la policía”. El sábado, al menos seis personas fueron asesinadas. El lunes, la cifra de muertos fue de al menos 39, con otras 122 heridas de bala.
Los manifestantes exigían la liberación de Ibrahim Zakzaky. Ha estado en prisión desde 2015, cuando el ejército nigeriano mató a cientos de sus partidarios cerca de su casa en Zaria. En abril, fue acusado de asesinato.
La mayoría de los musulmanes de Nigeria son sunitas, pero Zakzaky ha tenido muchos seguidores, aparentemente inspirados por la revolución iraní de 1979. Algunos analistas temen que las repetidas medidas de represión por parte de las autoridades puedan llevar a una situación similar a la del noreste, donde el grupo extremista islamista Boko Haram ha matado a decenas de miles y desplazado a millones de personas durante una crisis de nueve años.
El ejército nigeriano dijo que sus tropas actuaban en defensa propia, aunque no hubo informes de víctimas entre las fuerzas de seguridad.
El portavoz de la defensa, John Agim, dijo: “Se reunieron con los soldados en el llamado de su deber y los soldados trataron de defenderse”.
Sin embargo, algunos de los muertos habían recibido disparos en el pecho y la cabeza, y otros tenían múltiples heridas de bala.
Osai Ojigho, de Amnistía, dijo: “Parece que el ejército nigeriano está utilizando deliberadamente tácticas diseñadas para matar cuando se trata de reuniones de IMN. Muchos de estos tiroteos claramente equivalen a ejecuciones extrajudiciales.
“Esta violenta represión contra los manifestantes IMN es injustificada e inaceptable”. Estaban perfectamente dentro de sus derechos de celebrar una procesión religiosa y protestar, y no había pruebas de que representaran una amenaza inminente para la vida “.
