Cuando la NASA anunció su sonda para estudiar el Sol desde distancias récord cercanas, uno de sus objetivos declarados era tomar muestras de la corona solar, lo que de manera evocadora se conoce como “tocar el Sol”. Sin embargo, habría una brecha entre lograr este objetivo y saber que sucedió. Ahora, la agencia espacial ha confirmado que la sonda solar Parker entró en la corona en abril y recopiló datos que se estudiarán durante muchos años y que finalmente resolverán la pregunta de por qué la corona es más caliente que la superficie del Sol.
Anunciado en Physical Review Letters, el paso a través de la corona es el primero para un instrumento hecho por humanos, lo que se suma a la misión que ya ha batido récords de Parker Solar Probe.
Al no ser sólido, el Sol carece de un límite inequívoco en cuanto a dónde se detiene y comienza el espacio. La corona se conoce como la atmósfera del Sol y representa la región en la que el material solar está limitado por la gravedad y los campos magnéticos. Más allá de él, el viento solar toma el control, enviando material permanentemente hacia afuera desde el Sol, en lugar de circular hacia y lejos como ocurre dentro de la corona.
Si bien los astrónomos confiaban en que existe una línea divisoria entre la corona y el viento solar, conocida como la superficie crítica de Alfvén, no estaban seguros de su ubicación, con estimaciones que oscilan entre 6,9 y 13,8 millones de kilómetros (4,3 a 8,6 millones de millas) desde la superficie de la Tierra. el sol. Además, saben que la cifra correcta sería solo un promedio, con la corona expandiéndose y contrayéndose como una concertina tocada erráticamente. El que una órbita en particular la atraviese podría depender de la sincronización de su vuelo.
El 28 de abril, Parker estaba a 13 millones de kilómetros (8,1 millones de millas), o 18,8 radios solares, de la superficie del Sol y encontró partículas y condiciones magnéticas que se espera que se encuentren dentro de la corona. El evento no se anunció de inmediato porque tomó un tiempo procesar los datos, y luego los científicos de la NASA querían verificar a fondo sus hallazgos en lugar de hacer un anuncio prematuro.
“Parker Solar Probe” tocar el Sol “es un momento monumental para la ciencia solar y una hazaña verdaderamente notable”, dijo el Dr. Thomas Zurbuchen de la NASA en un comunicado. “Este hito no solo nos proporciona información más profunda sobre la evolución de nuestro Sol y sus impactos en nuestro sistema solar, sino que todo lo que aprendemos sobre nuestra propia estrella también nos enseña más sobre las estrellas en el resto del universo”.
La exploración de Parker de la corona comenzó mucho antes de que la alcanzara. Las estructuras magnéticas, conocidas como curvas, zigzaguean a través del viento solar. En 2019, Parker reveló que estos son mucho más comunes de lo que se reconocía anteriormente. Desde entonces, Parker se ha acercado lo suficiente como para revelar que al menos algunos cambios comienzan en la superficie solar y son inusualmente ricos en helio.
La sonda incluso pasó a través de un “pseudostreamer”, una inmensa estructura que irradia desde la superficie del Sol vista durante los eclipses totales. En el interior del pseudotreamer, Parker descubrió que las tumultuosas condiciones de la corona se calmaron, con partículas de movimiento más lento y menos curvas. El equipo de Parker atribuye esto a campos magnéticos lo suficientemente fuertes como para dominar el movimiento de partículas.
Incluso en el paso original, Parker entró y salió de la corona varias veces, reflejando la naturaleza ondulada de la superficie crítica de Alfvén y la poca profundidad del paso.
Sin embargo, el mes pasado Parker pasó considerablemente más cerca de la superficie del Sol. Es probable que este pase implique un paso mucho más largo a través de la corona, acompañado de datos más detallados. Siempre que pueda resistir el calor abrasador, los pases futuros acercarán aún más a Parker, alcanzando casi la mitad de la distancia del paso de abril. Combinado con una tendencia general de expansión de la corona a medida que la actividad avanza hacia el próximo máximo solar, podemos esperar exploraciones mucho más profundas.
