Los fieles sufíes de Egipto han dicho que continuarán con las celebraciones para conmemorar el nacimiento del profeta Mahoma a pesar del ataque a una mezquita en la península del Sinaí que dejó 305 muertos y 128 heridos.
El ataque a la mezquita al-Rawda en la ciudad de Bir al-Abed, en el norte del Sinaí, el viernes fue el más mortífero en la historia moderna de Egipto. Una bomba destruyó la casa de adoración justo después de las oraciones del viernes y mató a muchos de los que estaban dentro, incluidos 27 niños.
El fiscal de Egipto, Nabil Sadeq, dijo que hasta 30 militantes rodearon las entradas principales a la mezquita y 12 de sus ventanas con vehículos de cuatro ruedas antes de abrir fuego contra los que estaban dentro. Según los informes, los militantes caminaron entre los muertos que disparaban a quienes creían que aún respiraban.
Aunque aún no se ha reivindicado ningún tipo de responsabilidad por el ataque del viernes, los testigos relataron haber visto a militantes que ondeaban las pancartas negras de Wilayat al-Sinai (la gobernación de Sinaí), quienes juraron fidelidad a Isis en 2014. Associated Press informó el domingo que La aldea había sido advertida por los operativos de Isis de que dejaran de colaborar con las fuerzas de seguridad y no celebraran rituales sufíes para conmemorar el nacimiento de Muhammad.
Abdel Hady al-Qasaby, jefe del Consejo Supremo de Egipto para las órdenes sufíes, dijo al Guardian que las celebraciones continuarían dentro de mezquitas en todo Egipto, especialmente en la mezquita de Hussein en el centro de El Cairo. Agregó que las celebraciones al aire libre fueron canceladas. “Solo cancelaremos el desfile sufí anual”, dijo, “ya que estamos de luto por nuestros mártires”.
Salem, un residente de Bir al-Abed que adora en la mezquita de Rawda, habló de su enojo por el ataque. “Pasé la noche pasada asistiendo a los entierros en masa de personas que conocía, o vi en el vecindario durante años”, dijo. “Pusimos 30-40 cuerpos en una fosa común, excavados con excavadoras”.
Con información de The Guardian
