Sufrirá crisis la frontera por políticas de EU

Las políticas anunciadas por el presidente norteamericano Donald Trump tendrán un enorme impacto negativo para México, y particularmente para las comunidades fronterizas, especialmente en materia económica y migratoria para estos últimos, y nuestro país debe aprovechar esta crisis para replantear su desarrollo económico y “voltear” hacia el mercado interno, así como a otros mercados como los asiáticos, concluyó hoy un panel de expertos del Colegio de la Frontera Norte.

“Vamos a tener gran cantidad de personas estancadas en las comunidades fronterizas”, anticipó el investigador Rodolfo Cruz Piñeiro, quien al hablar sobre el tema de las deportaciones previsibles se dijo preocupado especialmente por el hecho de que los gobiernos estatal y municipal (en Tijuana) han dado muestras de no estar preparados para ello. “Estado y municipio tendran que crear nuevos programas para atender a esta gente que se nos avecina para el proximo año”.

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El investigador descartó una deportacion masiva, y opinó que esta será selectiva y mantendrá, quizá con algun incremento, el ritmo de deportaciones que caracterizó a la administración de Barak Obama, el presidente norteamericano que más migrantes ha deportado.

Para el investigador Víctor Alejandro Espinoza Valle, la sola revisión minuciosa de toda visa existente o futura con ánimos de control y limitación, tendrá una consecuencia distinta en la frontera, donde la interrelación e interdependencia cotidiana es diferente a lo que ocurre en otras entidades del centro del país, y donde quizá este fenomeno en particular no se ha dimensionado adecuadamente.

En el tema migratorio, abundó, la reciente experiencia local que significó atender a la oleada de migrantes haitianos y africanos, evidenció que los tres niveles de gobierno no han terminado de dimensionar el impacto que esto tuvo para los gobiernos municipal y estatal y no se ha traducido en el apoyo necesario. “Me preocupa que el plan de los gobiernos en sus tres niveles sea simplemente un discurso de que no hay que preocuparse y que todo va a estar bien”.

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Los efectos de la devaluación del peso frente al dólar tienen tradicionalmente en la frontera un mayor impacto, sobre todo en la zona vecina con California, donde la relación económica obliga a los residentes del lado mexicano a comprar dólares que hoy son más caros.

“Cómo hacer frente a una devaluación con este empleo tan precario. La oferta del empleo en Baja California, en Tijuana, es de un promedio máximo de 1500 semanales, subía un poquito para los egresados con ciertos conocimientos técnicos, pero ante un efecto inflacionario de una devaluación qué se puede hacer con estos niveles de precariedad en el empleo, en el caso de los que tienen empleo”, se preguntó Espinoza Valle. “Tenemos que ver de manera regional el impacto, pues así como en algún tiempo la frontera era como el laboratorio de la modernización económica y luego política en los 80, ahora el modelo que se prevé es bastante preocupante”.

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Por su parte Rigoberto García Ochoa, sugirió aprovechar la coyuntura para plantearnos como nación un nuevo paradigma en el desarrollo económico, pero asumirlo la sociedad en conjunto y no dejarle toda la carga a un gobierno que ha probado no estar preparado para lo que viene, y que prefiere utilizar el discurso de responsabilizar al nuevo presidente norteamericano de lo que el gobierno mexicano ha dejado de hacer.

Noé Aarón Fuentes y Vicente Sánchez, coincidieron en el panel sobre el impacto que tendrá en todos los órdenes, la serie de políticas que ya anticipa la entrante administración federal estadunidense, y la conveniencia de México replantee sus prioridades, por ejemplo, en materia económica, ya que la probable revisión del Tratado de Libre Comercio podría no resultar favorable para el país.

Esta coyuntura constituye también una oportunidad para implementar de inmediato, políticas públicas y programas que fortalezcan por un lado el mercado interno y diversifiquen el externo, volteando hacia países del sur y países como los asiáticos, que en los últimos años han adquirido una gran fortaleza en materia económica.

“Estamos en una coyuntura muy importante, y una responsabilidad muy fuerte de diseñar nuevos proyectos y programas de investigación, estamos empezando una nueva etapa muy dificil comercial, económica, de migración y en muchos sentidos, y que van a afectar a las comunidades fronterizas y por supuesto a toda la sociedad mexicana”, añadió Cruz Piñeiro, al referirse específicamente al nuevo rol que deberán asumir los investigadores mexicanos, particularmente los fronterizos.