TIJUANA, Baja California.- Recolectar 30 mil kilos de basura para que esta no llegue a las aguas de California no es tarea fácil, sin embargo, las comunidades de Los Laureles y Rancho Las Flores han trabajado arduamente con organizaciones civiles como Costa Salvaje y Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental, así como autoridades estadounidenses como la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), para evitar que los desechos que generan terminen en la cuenca compartida por San Diego y Tijuana.
De acuerdo con la señora María Irene Elizondo, quien es residente de Rancho Las Flores, antes de que las asociaciones civiles y los gobiernos de Estados Unidos y México iniciaran con el proyecto, que destaca la construcción de un desarenador, la comunidad lucía descuidada.
Los trabajos de limpieza de la canalización no son fáciles, por ello, organizaciones como Costa Salvaje colocaron un recolector de basura dentro de la cuenca de captación ubicada a un costado del Centro Comunitario Rancho Las Flores.
Pero no solo tienen contemplado este programa, de acuerdo con Margarita Diaz, presidenta del Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental, el plan es inaugurar un parque ecológico, entre otros.
“Estamos realizando dos proyectos, la construcción del parque hidrológico educativo Miramar y el programa piloto prevención comunitaria de tiraderos clandestinos anexa Miramar, estos son programas entre lazados transfronterizos para la protección de los residuos hídricos ambientales y sociales”, indicó Margarita Diaz.
Y para constatar la labor de cooperación binacional, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, visitó el centro comunitario Los Laureles y aseveró que su gobierno está comprometido con programas que ayuden a disminuir la contaminación de las aguas.
Con información de: Carolina Vázquez
