REINO UNIDO.- Al ir caminando por la costa, una pareja se encontró con una tabla de surf azul y amarilla, y como si se tratara de un mensaje en una botella, la pareja quería conocer su origen.
Todo comenzó cuando Lee Brogan había sido “aniquilado” por una ola masiva mientras navegaba en la costa de Yorkshire en Inglaterra el año pasado y vio en agonía cómo su tabla de surf desaparecía en el océano.
Había perdido la esperanza de volver a reunirse con su compañera de diez años, pero afortunadamente una pareja joven la encontró, a unas 400 millas de distancia.
Stephanie Riise, de 22 años, y Jake Anderson, de 23, estaban de excursión en las islas Shetland frente a la costa de Escocia cuando vieron la tabla de nueve pies y decidieron investigar más a fondo.
La tabla Walden, que cuesta entre 800 y mil 200 libras, fue abandonada en la costa sobre un poco de grava, pero estaba completamente intacta.
“Nuestro interés despertó en ese momento y nos preguntábamos de dónde venía, qué tan lejos había viajado, quién lo perdió, qué historia había detrás”, dijo Stephanie Riise, de Shetland.
La pareja inquisitiva acudió a Facebook el día del descubrimiento para ver si alguien podía rastrear al propietario, ya que querían saber la historia detrás del tablero. Publicó sobre su hallazgo en la página de Facebook de Shetland Seashore Discoveries y la comunidad rápidamente se puso el sombrero de detective.
Solo un día después, se pusieron en contacto con Lee, quien no podía creer que hubieran encontrado su amada tabla que se había perdido en las olas en Runswick Bay en Scarborough, Inglaterra.
“Estábamos tan sorprendidos por la rapidez con la que sucedió todo, que no pensamos que encontraríamos al propietario con toda honestidad. Estábamos tan contentos de que se hubiera puesto en contacto”, recordó la joven.
Dijo que interrogaron a Lee para asegurarse de que realmente era el propietario, pero después de que él proporcionó pruebas fotográficas y explicó cómo se había caído del tablero, se convencieron.
La amable pareja no solo resolvió el misterio, sino que consiguieron que un amigo le llevara la tabla a su casa en una camioneta y dijo que les agradó haber podido ayudar.
Con ello, firmaron la pizarra con un mensaje: no necesitaban ninguna botella para preservar la sincronicidad de 400 millas del compañerismo.
“Sabiendo (ahora) de dónde venía, es aún más impresionante que estuviera completamente intacto. Ha sido divertido haber podido hacer algo bueno por alguien durante el encierro, ya que todo ha sido bastante pesimista”, dijo.
Con información de Good News Network
