Tailandia está terminando los preparativos para la elaborada cremación del fallecido rey Bhumibol Adulyadej, parte de una ceremonia de cinco días que marca el final de un año de duelo que ha envuelto a la nación.
Durante semanas, los periódicos locales publicaron historias de primera página sobre los detalles más pequeños de la ceremonia, un signo de reverencia nacional y obsesión hacia un hombre que llegó a ser conocido como el “padre de todos los tailandeses”. Muchos consideraban que el rey, cuyo gobierno de siete décadas lo convirtió en el monarca que más tiempo llevaba en el mundo, era un semidiós.
Los principales artesanos del país han completado un proyecto de 10 meses para construir un vasto crematorio dorado, una estructura de nueve espirales que pretende representar el más allá.
La estructura de 50 metros y tres niveles representa el Monte Meru, el centro del universo hindú y budista donde se cree que la realeza de Tailandia regresa después de la muerte. Ha sido adornado con imágenes de la mitología y la vida del rey, incluyendo un par de estatuas de sus perros favoritos.
Miles de voluntarios, músicos e intérpretes participarán en la ceremonia, mientras que se desplegarán cerca de 80,000 agentes de seguridad. Se espera que un cuarto de millón de personas desciendan a Bangkok.
Durante el año pasado, los trabajadores del gobierno y muchos ciudadanos se han puesto negro como signo de dolor. La capital está llena de carteles monocromos del rey, mientras que las firmas locales han gastado miles en paneles publicitarios para expresar sus condolencias.
Desde que el rey murió el año pasado el 13 de octubre, más de 12 millones de personas se han postrado frente a su ataúd en el Gran Palacio, donde Bhumibol permaneció antes de la cremación.
Muchas empresas cerrarán el jueves por la tarde, incluidas 10,000 tiendas 7-Eleven. Se han publicado estrictas regulaciones sobre atuendos y conducta y las autoridades le han dicho a la nación de 68 millones que está prohibido tomar selfies.
Con información de The Guardian
