El caso de un hombre que fue despedido de su trabajo por negarse a cubrir o quitarse un tatuaje de una esvástica ha pasado a la Suprema Corte de México.
El hombre afirma haber sido víctima de discriminación por ejercer su derecho a la libertad de expresión y busca una indemnización por “daños morales” de sus antiguos empleadores que, junto con muchos de sus antiguos compañeros de trabajo, son judíos.
Se espera que la jueza presidenta, Norma Lucía Piña Hernández, absuelva a la compañía de irregularidades cuando presente su fallo el miércoles.
Si bien reconoció el derecho del demandante a la libertad de expresión, Piña declaró que el símbolo nazi es una forma de discurso de odio y en este caso no está protegido por la ley.
Ella dijo que en el contexto de un lugar de trabajo que emplea a personas que son principalmente de origen judío o de religión judía, se crea un clima de discriminación.
“El tribunal reconoce que llevar un tatuaje está permitido y no se debe discriminar por él, pero en este caso el símbolo de que el demandante representa una disculpa de odio o discurso de odio antisemita.” Dijo la jueza en un comunicado.
La declaración continúa declarando que la decisión de la compañía de despedir al empleado fue “válida, razonable y proporcional”, y que no constituía un acto de discriminación.
Con información de Mexico News