Citando una declaración de la Guardia Revolucionaria, la televisión estatal iraní dijo que el general iraní Qasem Soleimani fue asesinado en un ataque aéreo estadounidense cerca del aeropuerto de Bagdad, Irak, sin dar más detalles.
Las muertes del ataque son un punto de inflexión potencial en el Medio Oriente y, si Estados Unidos las llevó a cabo, representa un cambio drástico para la política estadounidense hacia Irán después de meses de tensiones.
Teherán derribó un avión no tripulado de vigilancia militar de los Estados Unidos y se apoderó de los petroleros. Mientras tanto, Estados Unidos culpa a Irán por una serie de ataques contra buques-tanque, así como por un asalto en septiembre a la industria petrolera de Arabia Saudita que redujo a la mitad temporalmente su producción.
Las tensiones se arraigan en la decisión de Trump en mayo de 2018 de retirar a Estados Unidos del acuerdo nuclear de Irán con las potencias mundiales.
Un funcionario de seguridad, que habló bajo condición de anonimato, dijo que al-Muhandis había llegado al aeropuerto en un convoy junto con otros para recibir a Soleimani, cuyo avión había llegado desde Líbano o Siria. El ataque aéreo tuvo lugar cerca del área de carga después de que él dejó el avión para ser recibido por al-Muhandis y otros.
Dos funcionarios de las Fuerzas de Movilización Popular Iraquí dijeron que el cuerpo de Soleimani fue destrozado en el ataque, mientras no encontraron el cuerpo de al-Muhandis. Un político de Asenior dijo que el cuerpo de Soleimani fue identificado por el anillo que llevaba.
Como jefe de los Quds, o Jersualem, la Guardia Revolucionaria paramilitar de la Fuerza de Irán, Soleimani dirigió todas sus fuerzas expedicionarias. Los miembros de la Fuerza Quds se han desplegado en la larga guerra de Siria para apoyar al presidente Bashar Assad, así como en Irak a raíz de la invasión estadounidense de 2003 que derrocó al dictador Saddam Hussein, un enemigo de Teherán desde hace mucho tiempo.
Soleimani saltó a la fama al aconsejar a las fuerzas que luchan contra el grupo del Estado Islámico en Irak y Siria en nombre del asediado Assad.
Las autoridades estadounidenses dicen que la Guardia bajo Soleimani enseñó a los militantes iraquíes cómo fabricar y usar bombas especialmente mortales en la carretera contra las tropas estadounidenses después de la invasión de Irak. Irán lo ha negado. El propio Soleimani sigue siendo popular entre muchos iraníes, que lo ven como un héroe desinteresado que lucha contra los enemigos de Irán en el extranjero.
El ataque se produjo en medio de tensiones con Estados Unidos después de un ataque en la víspera de Año Nuevo por parte de milicias respaldadas por Irán contra la embajada de Estados Unidos en Bagdad. El ataque a la embajada de dos días que terminó el miércoles provocó que el presidente Donald Trump ordenara a unos 750 soldados estadounidenses desplegados en el Medio Oriente.
El ataque en la embajada siguió a los ataques aéreos estadounidenses el domingo que mataron a 25 combatientes de la milicia respaldada por Irán en Irak, el Kataeb Hezbollah. El ejército estadounidense dijo que los ataques fueron en represalia por el asesinato de un contratista estadounidense la semana pasada en un ataque con cohetes contra una base militar iraquí que Estados Unidos culpó a la milicia.
Los funcionarios estadounidenses han sugerido que estaban preparados para participar en nuevos ataques de represalia en Irak.
“El juego ha cambiado”, dijo el jueves el secretario de Defensa, Mark Esper, y dijo a los periodistas que los actos violentos de las milicias chiítas respaldadas por Irán en Irak, incluido el ataque con cohetes el 27 de diciembre que mató a un estadounidense, se enfrentarán con la fuerza militar estadounidense.
Información de TIME
