Un hombre armado mató a tres personas, incluido un niño de seis años, e hirió al menos a 11 personas cuando abrió fuego en un festival de comida en el norte de California antes de ser asesinado a tiros por la policía.
El pistolero usó un rifle y logró ingresar al festival del ajo de la ciudad de Gilroy cortando una cerca para evitar la seguridad, incluidos los detectores de metales, dijo la policía.
Un segundo sospechoso estaba “involucrado de alguna manera, simplemente no sabemos de qué manera”, dijo el jefe de policía de Gilroy, Scot Smithee, en una conferencia de prensa nocturna. El jefe de policía dijo que el motivo detrás de los asesinatos seguía sin estar claro. La policía identificó al tirador como Santino William Legan, de 19 años.
El lunes se supo que Stephen Romero, de seis años, estaba entre las víctimas. Su abuela, Maribel Romero, le dijo a KGO-TV que Romero era un “niño cariñoso” que siempre fue “amable, feliz y juguetón”. El padre de Romero, Alberto Romero, dijo que su hijo había estado jugando en un castillo hinchable cuando ocurrió el tiroteo. Romero no estaba en el festival y supo que Stephen había recibido un disparo cuando su esposa llamó desde el hospital.
“No podía creer lo que estaba sucediendo, que lo que decía era una mentira, que tal vez estaba soñando”, dijo Romero a Mercury News.
La policía de Gilroy dijo que los oficiales atacaron al pistolero “en menos de un minuto” y lo mataron. La policía continuó su investigación durante la noche “con la ayuda de múltiples agencias en la escena”, dijo un comunicado. La policía no identificó al segundo sospechoso. Deben dar una actualización más tarde el lunes.
Fundado en 1979, el festival gira en torno a la famosa cosecha de la región, con comidas, bebidas, entretenimiento en vivo y concursos de cocina inspirados en el ajo. Está organizado por voluntarios y se describe a sí mismo como el festival de comida de verano más grande del mundo. Gilroy se encuentra a unos 48 kilómetros al sur de San José.
Unas pocas horas antes del tiroteo, los asistentes al festival seguían apareciendo en la carga del autobús, recorriendo Christmas Hill Park bajo un sol abrasador y en medio del olor a ajo.
Los padres alimentaron a sus niños pequeños con trozos de helado de ajo mientras las familias descansaban bajo la sombra de los árboles, abanicándose en el calor. Las mujeres bailaban música en vivo mientras que otras comían papas fritas con ajo, pasta con ajo, pan con ajo y camarones con ajo.
Los videos publicados en las redes sociales parecían mostrar a los asistentes dispersándose en la confusión ya que al menos se escuchaba un fuerte estallido de fondo. “¿Qué está pasando?”, Se puede escuchar a una mujer preguntando en un video. “¿Quién dispararía en un festival de ajo?”
Con información de The Guardian
