Tregua en Yemen, con el dedo en el gatillo

Combates y bombardeos empañaron este jueves la entrada en vigor de una tregua de 72 horas en Yemen, que los beligerantes afirman querer respetar pero con el dedo en el gatillo, por si tienen que replicar.

Al menos once personas murieron, según distintas fuentes, en esas decenas de choques entre las fuerzas leales al presidente Abd Rabbo Mansur Hadi, apoyado por Arabia Saudita, y los rebeldes hutíes, en la órbita del archirrival regional de los saudíes, Irán.

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Un portavoz de las fuerzas leales al presidente yemení, citado por la agencia Saba, informó de 69 violaciones del alto el fuego en Taiz, una gran ciudad del suroeste, y otras 9 en Nahm, al noeste de la capital Saná.
En la provincia de Baida (centro), disparos de cohetes Katiusha alcanzaron la región de Zaher pese al alto el fuego, según fuentes militares progubernamentales.

Durante las primeras horas de la suspensión de las hostilidades, el centro de Taiz fue bombardeado por los rebeldes, lo que provocó enfrentamientos con las fuerzas leales al gobierno. Las posiciones de las tropas progubernamentales también fueron atacadas en la provincia de Marib, al este de Saná, informaron fuentes militares y habitantes.

En el Mar Rojo, tres combatientes progubernamentales murieron cerca de Midi, una ciudad portuaria de la provincia de Hajja, en la frontera con Arabia Saudí, en un ataque rebelde pasada la medianoche para intentar recuperar posiciones perdidas antes del inicio de la tregua, indicó a la AFP un oficial de las tropas leales.

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“Los rebeldes no habían respetado las anteriores treguas y nosotros tenemos consignas de replicar. Estamos en situación de defensa”, añadió.
En Saná, el portavoz militar de los rebeldes, el general Sharaf Lokman, había afirmado sin embargo “respetar el cese al fuego en el tiempo impartido siempre que el enemigo lo respete en su totalidad en el plano terrestre, naval y aéreo”.

Dirigiéndose a sus hombres, les mandó “mantener el dedo en el gatillo”.
Por su parte, un portavoz de las fuerzas progubernamentales declaró “respetar la tregua”, pero también que se “reserva el derecho a responder en caso de que sea violada”.

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Un hombre y su hija resultaron heridos en Arabia Saudita a causa del impacto de un obús lanzado desde Yemen, indicó la defensa civil de la región de Jazane.

– ‘Se burlan de nosotros’ –

Esta tregua interviene en un momento en que el conflicto está en un callejón sin salida. Éste ya ha dejado 6.900 muertos, 35.000 heridos, tres millones de desplazados y devastó la economía de un país considerado como el más pobre de la península arábiga, incluso antes del inicio de las hostilidades.

“Queremos una tregua duradera”, dice Sadok Abdalá, de 28 años, un habitante de Saná, cuyo escepticismo comparte con Ali al Dush: “se burlan de nosotros con una tregua de tres días”.

Queremos que la guerra termine. Queremos nuestros sueldos, que no hemos recibido desde hace tres meses por culpa de esta guerra absurda”, añade este funcionario de 32 años, cuyo testimonio simboliza un sentimiento de impotencia frente a la frágil situación del banco central.

La sede de este banco fue trasladada de Saná a Adén tras una decisión en septiembre del gobierno de Hadi, que acusó a los rebeldes de haber utilizado 1.600 millones de dólares de sus reservas para financiar la guerra.

“Los hutíes tienen ahora graves problemas para pagar los salarios y su gran temor es que haya una revuelta contra ellos”, estima el analista Mustafa Alani del Gulf Research Center.

Junto al malestar interno, Estados Unidos presiona para que se interrumpa un conflicto bélico que ha tenido un enorme coste para el país y ha desestabilizado a la región