El máximo tribunal electoral de Brasil desestimó el viernes un caso que amenazaba con destituir al presidente Michel Temer por supuestos fondos de campaña ilegales en las elecciones de 2014, cuando era el compañero de campaña de la presidenta Dilma Rousseff.
Después de cuatro días de deliberaciones, los jueces votaron cuatro a tres en un caso que muchos consideraron como una medida de si Temer podría permanecer en el cargo en medio de un creciente escándalo de corrupción y popularidad.
“No podemos cambiar el presidente de la República todo el tiempo, incluso si la gente quiere”, dijo el juez de la corte, Gilmar Mendes.
Mendes, que respaldó el juicio político de Rousseff, dijo que el país no debe esperar que el tribunal resuelva la actual crisis política.
La absolución ayudará al presidente a retener aliados clave de la coalición que apoyarán la aprobación de su agenda de reforma fiscal en el Congreso. Las medidas de austeridad tienen por objeto reducir el déficit presupuestario y restaurar la confianza de los inversores.
Temer ha negado las malas acciones y ha prometido permanecer en el cargo.
El mes pasado, apareció una grabación que aparentemente capturó a Temer apoyando el soborno por el silencio del ex presidente Eduardo Cunha, un antiguo aliado de Temer que cumplió 15 años de prisión por corrupción y lavado de dinero. Poco después, otra bomba salió a la luz: que Temer estaba siendo investigado por presuntamente recibir sobornos.
“Los hechos son muy graves e insoportables”, dijo el juez Luiz Fux, quien votó por eliminar a Temer, agregando que el caso de financiación de campañas se trata de “crímenes muy graves”.
El caso de financiación de campañas fue presentado poco después de la elección presidencial de 2014 por una de las partes perdedoras. Alegó que la campaña de la presidenta Dilma Rousseff y su compañero de carrera Temer, entonces candidato a la vicepresidencia, ganó una ventaja injusta a través de contribuciones ilegales a la campaña.
Temer asumió la presidencia el año pasado después de que Rousseff fuera destituida por el manejo ilegal del presupuesto federal.
Las acusaciones de financiamiento de campaña se vieron reforzadas en los últimos meses por el impresionante testimonio de negociaciones de súplicas firmadas por ejecutivos actuales y anteriores en el gigante Odebrecht, una empresa en el centro de una colosal investigación sobre miles de millones de dólares en contratos inflados y sobornos a políticos.
Los ejecutivos proporcionaron detalles sorprendentes de decenas de millones de dólares en sobornos y contribuciones a campañas ilegales, incluido el billete Rousseff-Temer.
Con información de The Guardian
