Funcionarios de todo el mundo piden al presidente que no revierta los esfuerzos contra el cambio climático. Trump ya ha comenzado a eliminar las normas de contaminación impuestas por Obama.
El enfoque de tierra quemada de Donald Trump a las protecciones ambientales ha conmocionado a los actuales y antiguos funcionarios del gobierno en el extranjero que están esperando nerviosamente para ver si Estados Unidos desestabilizará el acuerdo climático de París retirándose del acuerdo.
“Las acciones de Trump en el clima son preocupantes”, dijo Izabella Teixeira, ex ministra brasileña de Medio Ambiente. “Aunque todavía es demasiado pronto para estar seguro de cuál es su estrategia para Estados Unidos, las señales hasta ahora de retroceso son una preocupación para cualquiera que haya estado involucrado en el largo proceso que condujo al acuerdo de París”, dijo la veterana negociadora, A quien se atribuyó un papel clave en la obtención del acuerdo internacional en 2015.
“Ciertamente no podríamos haber imaginado este cuadro político cuando firmamos el acuerdo en París”, dijo Teixeira. “Es una preocupación porque vimos una situación similar cuando George W. Bush llegó al poder y se retiró del Protocolo de Kyoto”.
Desmantelando la obra de Obama
El presidente estadounidense ha comenzado a quitar muchas de las normas de contaminación impuestas por la administración de Barack Obama, tales como el proyecto Clean Power Plan, las normas de emisiones de vehículos nuevos, las regulaciones de agua limpia y las restricciones sobre descargas tóxicas de las centrales eléctricas.
Keystone XL y Dakota Access, dos importantes y controvertidos oleoductos, han sido aprobados. La semana pasada, el presidente ordenó revisiones de áreas protegidas en tierra y agua con el objetivo de abrirlas a nuevas perforaciones de petróleo y gas. Trump dijo que estaba “desatando la energía estadounidense y despejando el camino para miles y miles de empleos energéticos estadounidenses de alto pago”.
La administración está ahora analizando si los Estados Unidos deben permanecer en el acuerdo climático de París, un acuerdo histórico alcanzado por casi 200 naciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que fue ratificado el año pasado. Trump ya ha prometido “cancelar” el acuerdo, pero sus asesores están divididos sobre si abandonar el acuerdo valdría la pena diplomáticamente.
Con información de The Guardian
