Donald Trump ha planteado la posibilidad de asistir a la apertura de la embajada de EEUU en Jerusalén, una medida provocadora que podría exacerbar aún más las tensiones en Medio Oriente.
El presidente estadounidense estaba hablando en la Casa Blanca el lunes junto con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu. Los dos líderes, cada uno sumido en investigaciones nacionales políticamente perjudiciales, se deleitaron mutuamente.
A pesar de la feroz oposición internacional, Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel en diciembre y anunció que la embajada de Estados Unidos se mudará a la ciudad en mayo, poco después del 70 aniversario de Israel. La visita de Netanyahu a Washington ha sido interpretada como una especie de victoria.
Cuando los periodistas le preguntaron si asistiría a la inauguración de la embajada, Trump dijo: “Es posible”. Yo puedo. Han comenzado, como saben, la construcción y puedo. Hablaremos de eso y de otras cosas “.
El presidente, un antiguo promotor inmobiliario de Nueva York, afirmó que está ahorrando dinero a los contribuyentes en la construcción de la embajada. “Vamos a construirlo muy rápido y de forma muy económica”, continuó. “Pusieron un pedido frente a mi escritorio la semana pasada por mil millones de dólares. Yo dije, ‘¿Un billón? ¿Para qué es eso? Vamos a construir una embajada ‘”.
Él prometió hacerlo en $ 250,000 en su lugar. “Es temporal, pero será muy agradable”. $ 250,000 versus mil millones de dólares. ¿Es bueno eso?”
Netanyahu sonrió y estuvo de acuerdo.
Presionado más adelante sobre si viajaría a la apertura, Trump reiteró: “Estamos buscando llegar. Si puedo, lo haré, pero estaré allí de nuevo. Israel es muy especial para mí “.
Afirmó que sacar el tema de Jerusalén “de la mesa” de hecho impulsaría el proceso de paz en Medio Oriente. “Los palestinos creo que quieren volver a la mesa”.
Con información de The Guardian
