El programa de ayuda exterior con un valor de 42 mil mdd de Estados Unidos enfrenta interrupciones “sin precedentes” cada año en la presidencia de Donald Trump, de acuerdo con ex altos funcionarios que describieron el enfoque de la Casa Blanca como profundamente contraproducente y poniendo vidas en riesgo.
Scott Morris, ex alto funcionario del Tesoro estadounidense ahora en el Centro para el Desarrollo Global en Washington, le dijo al Observer: “Una de las cosas negativas a tener en cuenta es cuán seriamente esta administración busca poner en práctica una política de ‘ayuda sólo para amigos’ a través del tablero.
“No creo que haya ninguna razón para descartar la gravedad de esa amenaza, a falta de comentarios moderados en esta administración”.
En su discurso sobre el Estado de la Unión el mes pasado, Trump reiteró sus planes de vincular la ayuda exterior al apoyo de la política exterior de Estados Unidos. Las preocupaciones de los funcionarios se producen en medio de los crecientes temores a que la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca renueve la presión, bloqueada por el Congreso el año pasado, de los recortes “draconianos” al presupuesto de asistencia exterior de Estados Unidos.
Morris dijo que sus temores se vieron reforzados por el hecho de que la administración Trump ya cumplió con las amenazas de cortar la ayuda a UNRWA, la agencia de las Naciones Unidas que se ocupa de los refugiados palestinos, y reducir la asistencia de seguridad a Pakistán. “La agenda política de esta administración continúa siendo hostil a los usos de la ayuda y la lógica que la ha definido durante décadas”, agregó Morris.
Las preguntas sobre el futuro del presupuesto de ayuda estadounidense y cuál debería ser el objetivo de la ayuda exterior estadounidense también se han inyectado en la lucha ideológica más amplia sobre el papel global de Estados Unidos, incluido el temor de que Trump aislacionista encabece una retirada estadounidense de gran alcance de las instituciones internacionales.
Todo esto ha llevado a algunos a preguntarse si la visión de posguerra de una política de ayuda estadounidense, articulada por John F Kennedy al Congreso en 1961 como “un líder sabio y un buen vecino en la comunidad interdependiente de naciones libres”, puede sobrevivir a la presidencia de Trump. cuyo imperativo es “dejar de enviar ayuda exterior a los países que nos odian”.
Con información de The Guardian
