Donald Trump puede haber expresado su interés en adquirir Groenlandia para los Estados Unidos, pero Dinamarca cree que la idea es francamente loca y los groenlandeses han señalado que su casa no está realmente a la venta.
Según el Wall Street Journal, el presidente de los Estados Unidos ha pedido a sus ayudantes y al abogado de la Casa Blanca que analicen la posibilidad de comprar la isla más grande del mundo, una región en gran parte autónoma del reino de Dinamarca.
El gobierno de Groenlandia fue diplomático, dijo que tenía una buena relación de trabajo con los Estados Unidos y vio la investigación como “una expresión de mayor interés general en invertir en nuestro país y sus oportunidades”. Pero agregó firmemente: “Groenlandia obviamente no está a la venta”.
En comentarios repetidos en términos algo más fuertes por otros políticos tanto en Groenlandia como en Dinamarca, Ane Lone Bagger, la ministra de Asuntos Exteriores de Groenlandia, confirmó que el país estaba “abierto a los negocios, pero no a la venta”.
Aaja Chemnitz Larsen, miembro del parlamento del partido Inuit Ataqatigiit, el segundo más grande de Groenlandia, dijo que la respuesta fue “un” no gracias “desde aquí”. La isla no era “una mercancía que se podía vender”, dijo, y era “tremendamente incómodo escucharla discutida en tales términos”.
Larsen le dijo al periódico Berlingske que sería mejor para Groenlandia quedarse con Dinamarca y, finalmente, obtener la independencia total. “Si fuéramos comprados por los Estados Unidos, nuestro sistema de bienestar social sería desmantelado y se realizarían cambios fundamentales en la sociedad groenlandesa”, dijo. “Seríamos aplastados”.
Hay una gran mayoría de apoyo a la independencia en Groenlandia, aunque poca certeza sobre cómo sobreviviría el país sin la financiación de Dinamarca.
Larsen dijo que la mayoría de los groenlandeses “claramente piensan que es mejor tener una relación con Dinamarca que con los Estados Unidos a largo plazo”. El interés de Trump en el país no fue halagador, dijo, porque era “la ubicación geoestratégica de Groenlandia lo que le interesa; no el país en sí, ni los groenlandeses”.
Con información de The Guardian
