Donald Trump despidió a su secretario de Estado, Rex Tillerson, y anunció su intención de reemplazarlo con el director de la CIA, Mike Pompeo.
Trump anunció la reorganización en un tweet, agregando que Gina Haspel, actual sub-directora de la CIA, se convertiría en la primera mujer directora de la CIA.
La partida de Tillerson se había predicho durante mucho tiempo después de una serie de enfrentamientos con Trump por la política. Pero el anuncio, realizado apenas cuatro horas después de que el secretario de Estado llegara a Washington después de una gira por África, tomó por sorpresa a Tillerson.
El subsecretario de Estado Steve Goldstein dijo: “El secretario no habló con el presidente y desconoce el motivo, pero está agradecido por la oportunidad de servir, y aún cree firmemente que el servicio público es una vocación noble”.
La destitución de Tillerson se hizo efectiva de inmediato cuando fue a su casa en Washington después de regresar de su gira por África y los funcionarios del Departamento de Estado dijeron que no sabían si vendría a limpiar su oficina de artículos personales o si enviaría a alguien para que lo hiciera por él.
Los funcionarios dijeron que había mostrado toda la intención de permanecer en su puesto y que tenía un programa completo de eventos y compromisos en los próximos meses.
Tillerson había predicho recientemente que permanecería en el cargo hasta al menos 2018.
A las 9.15 a.m., Trump salió de la Casa Blanca para visitar California y ver prototipos de su muro fronterizo. Haciendo una pausa en el helicóptero de Marine One, dijo a los periodistas que había estado “hablando de esto durante mucho tiempo”.
“Hablaré con Rex durante un largo período de tiempo”, dijo Trump. “En realidad me llevé bien con Rex, pero era una mentalidad diferente”.
Agregó: “Cuando se mira el trato con Irán: creo que es terrible, creo que pensó que estaba bien. Quería romperlo o hacer algo y él se sentía un poco diferente “.
Tillerson ha argumentado enérgicamente que los EEUU deben seguir respetando el acuerdo con Teherán sobre sus ambiciones nucleares que se alcanzó bajo Barack Obama en 2015.
Pompeo es un oponente desde hace mucho tiempo del trato. “Con Mike”, dijo Trump, “tenemos un proceso de pensamiento muy similar. Creo que va a ir muy bien “.
Con información de The Guardian
