Donald Trump exigió el viernes que cualquier acuerdo para resolver el destino de los jóvenes indocumentados se combine con la financiación de un muro a lo largo de la frontera sur de Estados Unidos.
No quedó inmediatamente claro si la intervención de Trump haría fracasar los intentos de encontrar un compromiso sobre el tema, o sobre las negociaciones sobre la financiación del gobierno.
Los portavoces de los líderes demócratas en el Congreso dijeron que esperaban reanudar “una negociación seria” sobre la inmigración cuando el Congreso regrese la próxima semana.
Trump twitteó su demanda entre una andanada de mensajes similarmente estridentes, la mañana después de que habló con el New York Times en una entrevista sorpresa y amplia. Poco después, dejó su resort Mar-a-Lago en Florida para uno de sus campos de golf.
Hay alrededor de 700,000 supuestos Dreamers, inmigrantes indocumentados traídos a los Estados Unidos cuando eran niños. En septiembre. Trump anunció que estaba rescindiendo el programa de acción diferida para llegadas infantiles, o Daca, una política implementada por Barack Obama en 2012 que permitió a Dreamers salir de las sombras para estudiar y trabajar legalmente en los Estados Unidos.
Trump colocó el destino de los jóvenes inmigrantes directamente en manos del Congreso, dando a los legisladores hasta el 5 de marzo para encontrar una solución legislativa.
El viernes, el presidente escribió: “A los Demócratas se les ha dicho, y entiendo completamente, que no puede haber Daca sin el MURO que se necesita desesperadamente en el Borde Sur y un FIN a la horrible Migración en Cadena y el ridículo Sistema de Inmigración de Lotería, etc. debe proteger a nuestro país a toda costa! ”
El muro, una de las promesas de la campaña central de Trump y la pieza central de su plataforma de inmigración de línea dura, no es un comienzo para los demócratas. El líder de la minoría en el Senado, Chuck Schumer, y la líder de la minoría de la Cámara, Nancy Pelosi, han dicho en repetidas ocasiones que no apoyarán ninguna legislación de inmigración o plan de financiación del gobierno que incluya fondos para un muro.
Los demócratas, sin embargo, están bajo una creciente presión para aprobar una legislación que proteja permanentemente a Dreamers de la deportación.
Los defensores de la inmigración y los grupos liberales están furiosos con los legisladores que dejaron Washington la semana pasada a pesar de haber prometido forzar una votación sobre el tema antes de fin de año. Algunos grupos han prometido tomar represalias contra los demócratas que apoyaron un proyecto de ley de gastos para mantener abierto el gobierno federal que no abordaba el tema de los Dreamers.
Con información de The Guardian
