Trump llama a levantar un muro en la frontera mexicana y los narcotraficantes cavan túneles

NOGALES, Arizona _ En un terraplén que corre a lo largo de la enorme barda de acero que separa a esta ciudad fronteriza de su ciudad hermana en México, sobresale una nueva franja de concreto que tiene una fecha inscrita que marca la salida de un túnel que agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos sellaron en mayo.

Docenas más iguales serpentean por toda la ciudad porque son parte de una vasta red subterránea que los carteles mexicanos de la droga han utilizado durante años para distribuir las drogas ilícitas dentro de Estados Unidos. Cuando agentes de la Patrulla Fronteriza encuentran los túneles, vierten concreto para sellarlos y estamparles la fecha en la que los cerraron.

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Sin embargo, batallan para mantenerse adelante de las excavaciones. Hace poco, la Patrulla Fronteriza, en una operación conjunta con autoridades mexicanas, descubrieron un túnel sin terminar que empezaba en un cementerio mexicano.

“El reloj marca el tiempo tan pronto como termina un túnel”, comentó Kevin Hecht, un experto en la construcción de túneles, de la Patrulla Fronteriza. “Saben que al final los vamos a encontrar. Pero aun si una carga pasa antes de que lo encontremos, lo consideran un éxito”.

Mientras que Donald Trump, el candidato presidencial republicano, ha hecho de la construcción de un muro en la frontera un elemento central de su campaña, la barda aquí, que alcanza hasta nueve metros de altura, ha servido de poco para detener a los contrabandistas de drogas con iniciativa. Sencillamente, ha ayudado a empujarlos bajo tierra.

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Los agentes de la Patrulla Fronteriza no pueden oír a los contrabandistas cuando están excavando y no saben cuántos túneles hay, una brecha en la seguridad fronteriza que expertos en seguridad interna dicen que da cuenta de que se hable de un muro hipotético.

“La Patrulla Fronteriza ha hecho un trabajo increíble, dados sus recursos”, comentó el general Barry R. McCaffrey, el director de política de narcóticos de la Casa Blanca en el gobierno de Clinton. “Sin embargo, sería una exageración decir que la frontera y las comunidades fronterizas están seguras cuando la dependencia carece de la capacidad, con un alto grado de confianza, para detectar túneles transfronterizos. Ningún muro va a arreglar eso”.

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Durante el discurso sobre la inmigración que pronunció Trump en agosto, en Arizona, dijo que, para su plan para la seguridad fronteriza, se utilizaría la mejor tecnología, incluidos sensores para la superficie y subterráneos, para “encontrar y trastocar los túneles, y mantener fuera a los carteles criminales”.

Sin embargo, no existe ninguna tecnología que detecte túneles en una forma que sea confiable, y los expertos dicen que es posible que pasen años antes de que se desarrolle tal sistema.

Desde que se descubrió el primer túnel del narcotráfico en 1990, en Douglas, Arizona, funcionarios fronterizos dicen que han encontrado casi 200 más a lo largo de los casi 3,200 kilómetros de la frontera suroeste, en su mayor parte, en Arizona y California. Los túneles son tantos en la zona de Nogales que los agentes de la Patrulla Fronteriza describen al terreno bajo la ciudad como un “queso suizo”.

Hecht dijo que los narcotraficantes cavan túneles que en su mayor parte desembocan en el sistema de drenaje que comparten las dos ciudades. Otros están excavados en sótanos de casas del lado estadounidense y llegan desde edificios en México. Se cavó uno bajo un punto de cruce fuertemente protegido.

Los avances tecnológicos como los radares de tierra para detectar movimientos, cientos de cámaras de alta tecnología con lentes de visión nocturna y drones que vuelan por encima han transformado drásticamente la seguridad fronteriza. Estas herramientas han ayudado a los investigadores federales a rastrear y aprehender a cientos de sospechosos de narcotráfico, así como a incautar toneladas de mariguana, metanfetaminas y cocaína. Los robots de control remoto ayudan a los agentes a explorar los túneles que son demasiado peligrosos para que entren las personas.

El gobierno estadounidense ha metido cientos de millones de dólares a la investigación con la esperanza de encontrar una forma de detectar los túneles, pero la mayoría de estos esfuerzos han terminado en decepciones. El más reciente, el del Directorio de Ciencia y Tecnología del Departamento de Seguridad Interna, concluyó que ninguno de los métodos actuales usados para detectar túneles subterráneos es “necesariamente adecuado para las necesidades operativas de los agentes de la Patrulla Fronteriza”.

A falta de la tecnología para detectar los túneles, los funcionarios de la Patrulla Fronteriza han trabajado con las autoridades mexicanas para conseguir informantes y patrullar la frontera, incluidas las infraestructuras del agua y el drenaje, para detectar actividades sospechosas. Se ha capacitado a cerca de la mitad de los agentes de la Patrulla Fronteriza en esta ciudad para trabajar bajo tierra.

“Pero no sabes lo que no sabemos”, dijo R. Gil Kerlikowske, el comisionado de la protección fronteriza y de las aduanas, quien reconoció que podrían existir muchísimos más túneles.

Parte del problema de detectar los túneles, dicen expertos como Paul Bauman, un geofísico canadiense, es el suelo mismo. Encontrar lo que hay bajo la superficie no es tan simple como disparar ondas de radar o electromagnéticas.

Con las grietas subterráneas, los niveles freáticos, las raíces de los árboles y las cuevas, es difícil decir qué es y qué no es un túnel, comentó.

En la ley para la autorización de la defensa del 2016, el Congreso estadounidense aportó 120 millones de dólares para una proyecto conjunto del Departamento de la Defensa y las fuerzas de defensa de Israel para la detección de túneles. Israel está entre varios países, incluidos Egipto, Jordania y Corea del Sur, que han tenido graves problemas con organizaciones hostiles que utilizan túneles para realizar ataques. Los funcionarios estadounidenses esperan que la tecnología desarrollada en Israel pueda ayudar en los esfuerzos en la frontera mexicana.

Una portavoz del ministerio de la defensa israelí declinó hacer comentarios.

El Directorio de Ciencia y Tecnología en Seguridad Interna también está gastando varios millones de dólares al año para fondear la investigación sobre la detección de túneles.

En San Diego, una fuerza de tarea, integrada por agentes del Departamento de Inmigración y Aduanas, de Investigaciones de Seguridad Interna, de la Patrulla Fronteriza y del Departamento Estadounidense Antidrogas ha probado una diversidad de tecnologías para detectar los túneles, en gran parte como lo han hecho sus colegas en Nogales.

Una de las herramientas es un radar terrestre que parece una enorme podadora de pasto. El aparato, cuyo propósito es ubicar las líneas subterráneas de los servicios públicos, así como las fallas en la construcción de los caminos, lanza ondas de radar a unos tres metros dentro de la tierra. En una pantalla, se despliegan varias sombras que identifican anomalías subterráneas que podrían ser túneles.

Sin embargo, es frecuente que no sean suficientemente profundas. “Nunca hemos encontrado un túnel usándolos”, comentó David Shaw, un agente especial a cargo de las investigaciones de Seguridad Interna en San Diego.

No obstante, algunos funcionarios de las fuerzas del orden dicen que sus esfuerzos parecen estar teniendo efecto. Los datos de Seguridad Interna muestran que se han descubierto menos túneles en los últimos años.

No obstante, Hecht, de la Patrulla Fronteriza en Nogales, dijo que no debería usarse la cantidad de túneles descubiertos para medir los logros.

“Por cada túnel que encontramos, pensamos que están construyendo otro en otra parte, y podrían ponerse más creativos en ocultarlo”, explicó. “El próximo año, podría encontrar 10. Mientras no haya un aparato en el mercado que nos ayude a detectarlos con precisión, simplemente, no vamos a saber”.

Ron Nixon
© 2016 New York Times News Service