Donald Trump ha reiterado su amenaza de declarar una emergencia nacional si el Congreso no satisface su demanda de miles de millones de dólares para construir un muro a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos como parte de un acuerdo para poner fin al cierre parcial del gobierno.
El presidente llegó a la frontera de Texas el jueves, el vigésimo día de un cierre parcial del gobierno, en una estratagema publicitaria para ayudar a defender su muro prometido después de que las negociaciones con los demócratas se rompieran.
Cuando salió de la Casa Blanca para McAllen, Trump dijo a los reporteros que preferiría trabajar con el Congreso en un acuerdo para poner fin al cierre, que fue provocado por su insistencia en los fondos para el muro, pero advirtió que usaría sus poderes de emergencia para eludir Congreso si no pueden llegar a un acuerdo.
“Tengo el derecho absoluto de declarar una emergencia nacional”, dijo Trump, contradiciendo a los académicos legales que han cuestionado el derecho del presidente a tomar tal acción en este caso.
“No lo he hecho todavía, puedo hacerlo. Si esto no funciona, probablemente lo haré. Casi diría que definitivamente “, dijo.
Si el cierre continúa durante el fin de semana, se convertirá en el cierre gubernamental más largo en la historia de los Estados Unidos.
Se espera que Trump viaje a una sección de la frontera en el Valle del Río Grande cerca de Mission, Texas. Según los medios locales, se detendrá en el parque Anzadulas en las orillas del Río Bravo, donde los agentes fronterizos buscan regularmente a los migrantes que intentan ingresar ilegalmente a los EE. UU.
La visita cae en un momento muy incómodo y políticamente peligroso para Trump. Su obstinada negativa a reabrir el gobierno a menos que los demócratas que controlan la Cámara de Representantes aprueben 5.600 millones de dólares para su muro fronterizo significa que 800,000 empleados federales han sido enviados a sus hogares o están trabajando sin paga.
