La brecha entre Donald Trump y John McCain permaneció dolorosamente evidente el domingo, cuando los homenajes para el fallecido senador llegaron de líderes mundiales y ex presidentes.
La Casa Blanca no emitió ninguna declaración y Trump siguió una breve condolencia de Twitter a la familia de McCain, enviada en medio de la primera oleada de homenajes el sábado, con quejas sobre la investigación de Rusia y alarde de la economía. Luego se dirigió al campo de golf.
El deseo de McCain de que Trump no reciba una invitación para su funeral, hecho público hace algunos meses, se mantuvo sin cambios después de su muerte por cáncer cerebral el sábado, en su casa en Arizona y con su familia a su lado.
En cambio, George W Bush, quien venció a McCain por la nominación republicana en 2000, y Barack Obama, que lo derrotó enérgicamente por la Casa Blanca en 2008, se les pidió que participaran en el evento, que tendrá lugar en la Academia Naval de los Estados Unidos. en Maryland en un día aún no anunciado.
En una declaración del sábado, Obama saludó la “fidelidad de McCain a algo más elevado: los ideales por los que generaciones de estadounidenses e inmigrantes han luchado, marchado y sacrificado”.
Bush elogió a un “hombre de profunda convicción” y un “servidor público en las mejores tradiciones de nuestro país”.
En emotivas apariciones durante los shows dominicales, Jeff Flake, otro senador de Arizona y crítico de Trump, pidió que el legado de McCain de “poner el bien del país por encima de su propio interés” se lleve adelante en un Congreso profundamente dividido, en un tiempo que fue “nunca más importante”.
Con información de The Guardian
