A medida que la notable disputa pública entre Donald Trump y la ex asesora Omarosa Manigault Newman continuó el martes, la Casa Blanca no pudo garantizar que no haya grabaciones del presidente utilizando la “N-palabra”.
En una sesión de información de la Casa Blanca, se le preguntó a la secretaria de prensa Sarah Sanders si podía decir que no surgirían tales grabaciones.
“No puedo garantizar nada”, dijo.
Sanders citó los tweets del presidente sobre el asunto y dijo: “Puedo decirles que el presidente respondió a esta pregunta directamente”. El lunes, Trump escribió: “No tengo esa palabra en mi vocabulario y nunca lo he hecho”.
Sanders dijo que nunca había escuchado a Trump usar el epíteto racial en cuestión.
El secretario de prensa estaba hablando horas después de que Trump, atacando a Manigault Newman, elogió a John Kelly, el jefe de gabinete, por “disparar rápidamente a ese perro”.
Manigault Newman, un antiguo concursante en el reality show The Apprentice, está promoviendo una memoria, Unhinged. Ella lanzó dos grabaciones secretas relacionadas con su despido de la Casa Blanca a fines del año pasado y otra relacionada con las afirmaciones de que Trump usó la “N-word” durante su carrera en la televisión de realidad.
En una entrevista en MSNBC el martes por la tarde, Manigault Newman introdujo otro ángulo en la fila cuando confirmó los primeros indicios de que ha sido entrevistada por el consejero especial Robert Mueller. El ex director del FBI está investigando la interferencia rusa en las elecciones de 2016 y los vínculos entre los asesores de Trump y Moscú.
“He sido” entrevistado, dijo Manigault Newman, aunque dijo que sus “manos están atadas” a cualquier discusión sobre lo que se le preguntó.
