“Trump sabía de las conversaciones de Flynn con Rusia”, admite la Casa Blanca

WASHINGTON (apro).- Semanas antes de la renuncia obligada del general Michael Flynn como asesor presidencial de seguridad nacional, el presidente Donald Trump se enteró de que el ahora exfuncionario mintió al vicepresidente Mike Pence sobre lo que había hablado con el gobierno de Rusia.

“El presidente fue notificado el mes pasado que Flynn había hablado con el embajador ruso sobre las sanciones impuestas (por el expresidente Barack Obama) a Rusia”, declaró Sean Spicer, el vocero de prensa de la Casa Blanca.

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La revelación que hizo el portavoz presidencial abre más interrogantes respecto de lo que hizo Flynn con el gobierno de Vladimir Putin. En el Congreso federal estadunidense, legisladores republicanos y demócratas exigen que la Casa Blanca aclare si el ahora exjefe del Consejo de Seguridad Nacional habló por cuenta propia de las sanciones con los rusos o si recibió instrucciones de sus superiores (Trump) para hacerlo.

“Después de que el Departamento de Justicia notificara a Don McGanh (asesor presidencial) de las discrepancias de lo que Flynn dijo al vicepresidente Pence, el presidente fue inmediatamente notificado”, subrayó Spicer en su conferencia de prensa cotidiana.

La renuncia sorpresiva de Flynn, que se anunció ayer por la noche, se produjo tras las conversaciones telefónicas que sostuvo con el embajador de Rusia ante Estados Unidos, Sergey Kislyak, esto antes de que Trump asumiera formalmente la presidencia.

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El 29 de diciembre anterior el entonces presidente Obama anunció la imposición de sanciones a Rusia por el espionaje cibernético que llevó a cabo ese país en su intento por manipular el proceso electoral estadunidense.

Flynn, quien era asesor de seguridad nacional de Trump como presidente electo, habló con Kislyak sobre la sanciones impuestas por Obama, dándole a entender que bajo la nueva presidencia serían levantadas. De ahí que Putin no reaccionara en reciprocidad contra Estados Unidos –como acostumbra hacerlo cuanto atacan los intereses de su país– el día que la Casa Blanca le impuso el castigo.

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Luego de que el diario The Washington Post publicara que Flynn habló con los rusos sobre la posibilidad de que se les levantaran las sanciones, la Casa Blanca negó que esto hubiese ocurrido, y que además el asesor de seguridad nacional había ya explicado a Pence lo sucedido.

Por ello el Washington Post fue desmentido por la Casa Blanca, sin embargo, ahora Spicer tuvo que corroborar la veracidad del medio ante las evidencias.

El diario adelantó que la exprocuradora general de Justicia interina, Sally Yates –a quien Trump despidió por ordenar no aplicar la orden ejecutiva migratoria del presidente contra ciudadanos de siete naciones musulmanas–, quien el 26 de enero pasado informó a la Casa Blanca que Flynn había mentido a Pence.

El portavoz de Trump indicó que ese mismo día el presidente fue informado sobre lo que Yates había notificado a McGanh.

Al dar a conocer este dato, al vocero presidencial se le cuestionó por qué entonces Trump tardó tanto tiempo en pedirle la renuncia al general Flynn. “Por semanas veníamos evaluando diariamente el asunto con respecto del general Flynn, tratando de encontrar la verdad”, justificó el vocero de la Casa Blanca.

La tardanza de Trump en llegar a la verdad sobre lo que habló telefónicamente Flynn con el embajador ruso tiene desconcertados a los legisladores republicanos, quienes evalúan la posibilidad de hacer audiencias públicas en varios comités para que la Casa Blanca aclare todas las dudas al respecto.

Incluso hay unanimidad entre republicanos y demócratas en asegurar que no van a permitir a Trump levantar las sanciones al gobierno de Putin, menos ahora después de este escándalo que ha puesto en duda la credibilidad del gobierno estadunidense.

La explicación y aclaración de Spicer a los reporteros exhibió además a un Trump mentiroso. El viernes pasado cuando viajaba de Washington a Florida a bordo del avión Air Force One, el presidente fue cuestionado por la prensa sobre la información develada por el Washington Post y el mandatario dijo que no sabía nada al respecto.

“No sé nada, no he visto qué reporte es ese”, afirmó Trump, quien este día fue desmentido por su propio vocero, que aseguro que el presidente fue notificado sobre la advertencia que hizo el Departamento de Justicia desde el 26 de enero pasado.

“El presidente se refería al reporte publicado por The Washington Post”, apuntó Spicer tratando de justificar a su jefe, a quien indirectamente ya había desmentido. “El presidente estaba muy preocupado de que el general Flynn haya desinformado al vicepresidente y a otros. El presidente debe tener una información completa y una confianza absoluta en la persona que ocupa esa posición (jefe del Consejo de Seguridad Nacional)”, añadió el vocero de la Casa Blanca.

Y pese a que se había informado que Flynn por propia iniciativa presentó su renuncia, Spicer admitió que fue Trump quien le exigió que dejara el puesto, con lo que el general retirado se convirtió en la primera cabeza que rueda de quienes integran el gabinete de seguridad presidencial a 25 días de haber iniciado labores la nueva presidencia de Estados Unidos

El periódico The New York Times, por su parte, informó que fueron agentes del FBI quienes interrogaron a Flynn sobre sus contactos con los rusos, días después de su conversación telefónica con el embajador del gobierno de Putin.

En el Congreso varios legisladores demócratas exigen una investigación detallada, debido a que quieren que se determine si Flynn cometió un delito al mentirle a los agentes del FBI sobre lo que habló con el embajador ruso. El ilícito puede quedar expuesto si el FBI da a conocer la conversación telefónica que seguramente grabó.

No obstante, la única manera de que la Casa Blanca frene el escándalo y evite más desmentidos es que Trump clame el privilegio ejecutivo por razones de seguridad nacional, y con ello no se llegue a saber el contenido de la plática telefónica entre Flynn y Kislyak.