Donald Trump ha plantado una bomba de tiempo bajo Obamacare, emitiendo un aviso el jueves por la noche que borra subsidios federales vitales que sustentan el actual sistema de salud.
El movimiento de la noche atrajo a los críticos y trajo acusaciones inmediatas de que Trump estaba destruyendo unilateralmente la legislación de su predecesor, la Ley de Asistencia Asequible, después de que el Congreso controlado por los republicanos no logró cambios. El anuncio detiene el apoyo federal de hasta siete mil millones de dólares a las compañías de seguros para ayudarles a cubrir las necesidades médicas de los estadounidenses de bajos ingresos.
El gobierno de Trump intentó culpar a la actual crisis de salud del ex presidente Barack Obama, alegando que los subsidios federales, conocidos como “pagos de reducción del costo compartido”, eran ilegales y “otro ejemplo más de cómo el gobierno anterior abusó del dinero de los contribuyentes y bordeó la ley para sostener un sistema roto “.
El viernes por la mañana Trump afirmó en un tweet que “El ObamaCare de los demócratas está implosionando” y parecía pedir a los demócratas que negociaran con él sobre la legislación sanitaria.
“Los pagos masivos de subsidios a sus compañías de seguros de mascotas se ha detenido”, escribió. “Dems debe llamarme a arreglar! … ObamaCare es un lío roto. Pieza por pieza vamos a comenzar ahora el proceso de dar a América el gran cuidado de la salud que se merece! ”
La reacción de los políticos demócratas y otros opositores Trump fue rápida. Funcionarios de alto rango en ambas costas saltaron para denunciar el movimiento de la Casa Blanca y amenazar con acciones legales para detener la revocación de los subsidios.
En California, el procurador general del estado Xavier Becerra dijo que estaba preparado para demandar al gobierno de Trump para proteger los subsidios. Eric Schneiderman, el procurador general del estado de Nueva York, siguió su ejemplo, declarando que “no permitiría que el presidente Trump volviera a usar a las familias de Nueva York como peones políticos en su peligrosa campaña partidista para eviscerar la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Costo”.
Con información de The Guardian
