Donald Trump ha burlado el régimen de censura draconiana de China cuando aterrizó en Beijing en la última etapa de una gira de 12 días por el este de Asia emprendida en un contexto de estruendosas tensiones en la península de Corea.
China fue etiquetada el año pasado como la peor abusadora del mundo de la libertad en internet. El medio de comunicación favorito de Trump, Twitter, está bloqueado en todo el territorio continental junto con otras redes sociales occidentales como Facebook, YouTube e Instagram.
Cuando los periodistas a bordo del Air Force One le preguntaron si esto significaba que el presidente de Estados Unidos no enviaría un tweet a sus 42 millones de seguidores durante su estadía de dos noches en China, un alto funcionario de la Casa Blanca se mostró desafiante.
“No. El presidente twitteará lo que quiera. Esa es su forma de comunicarse directamente con el pueblo estadounidense. ¿Por qué no? “, Dijo el funcionario según lo citó un informe agrupado.
“Estoy seguro de que tenemos el equipo a bordo de este avión para hacerlo realidad. Pero es digno de mención que ninguna de las principales plataformas occidentales para las redes sociales puede operar en China “.
A pesar de esa protesta, los observadores dicen que Pekín está decidido a ofrecerle a Trump una buena acogida en un intento por mantener al lado al comandante en jefe mercuriano.
Trump aterrizó en un nublado Beijing a las 2.49 pm hora local (1849 GMT) y fue trasladado hacia el oeste hacia la Ciudad Prohibida del siglo XV para una gira personal con su anfitrión chino, Xi Jinping, quien recientemente fue ungido como el líder más poderoso de su país desde Mao .
Previamente, antes de volar a la capital china, Trump le había dicho a los legisladores de Corea del Sur que el dictador norcoreano, Kim Jong-un, enfrentaría un desastre si continuaba llevando a su nación por el “camino oscuro” hacia las armas nucleares. “No nos subestimes. No nos intentes “, dijo Trump en una advertencia directa a Pyongyang.
En el complejo imperial de la dinastía Ming en Beijing, el ambiente fue más ligero cuando Trump fue recibido por Xi, a quien espera persuadir para aumentar aún más la presión sobre Corea del Norte, y la primera dama de China, Peng Liyuan.
En un aparente intento de subrayar el deseo de Pekín de relaciones amistosas entre EE. UU. Y China, se mostró a Trump en torno a tres de las principales áreas del complejo imperial: el Salón de la Armonía Suprema, el Salón de la Armonía Central y el Salón de la Preservación de la Armonía.
Con información de The Guardian
