Donald Trump se enfrenta a una prueba importante de su presidencia mientras se prepara para visitar Texas después de que la tormenta tropical Harvey asolara las partes meridionales del estado, liberando fuertes lluvias e inundaciones catastróficas en la cuarta ciudad más grande del país.
Pocos acontecimientos aclaran la eficacia de un presidente como un desastre natural importante – y para Trump, las apuestas son altas después de un verano tumultuoso sacudido por una manifestación de supremacía blanca mortal en Charlottesville, una escalada de palabras con Corea del Norte y múltiples trastornos de personal.
Trump viajará a Corpus Christi el martes por la mañana, una ciudad a lo largo del Golfo de México cerca de donde Harvey arrasó en tierra como una tormenta de Categoría 4 el viernes por la noche, azotando la costa central con lluvias torrenciales y vientos de 130 mph.
Trump, un hombre de negocios sin experiencia en el alivio de desastres, usó palabras e imágenes en Twitter para demostrar que está monitoreando de cerca los esfuerzos de respuesta. El lunes, retweeteó el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien agradeció a la Guardia Nacional estatal por rescatar a los residentes abandonados.
Pero Trump ha recibido críticas agudas por disparar una serie de tweets no relacionados. Mientras las autopistas de Houston se convirtieron en ríos y miles de personas huyeron de sus hogares el domingo, Trump intermitentemente proporcionó actualizaciones sobre la tormenta, mientras que también comentaba sobre la carrera del Senado en Missouri, la construcción de un muro a lo largo de la frontera sur, el afirmar que México pagará por el muro y las negociaciones sobre el acuerdo comercial del TLCAN
Con información de The Guardian
