Los ministros de Exteriores de los países de la UE han rechazado enérgicamente los llamamientos del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para que sigan el ejemplo de Donald Trump y reconozcan a Jerusalén como la capital de Israel.
La oposición de todo el espectro europeo llegó cuando Netanyahu hizo su primer viaje oficial a la UE por un primer ministro israelí en 22 años.
Incluso la República Checa, uno de los aliados más cercanos de Israel, dijo que la decisión del presidente de los Estados Unidos era mala para los esfuerzos de paz. Francia dijo que el estado de Jerusalén podría ser acordado solo en un acuerdo final entre israelíes y palestinos.
Netanyahu hizo un llamamiento a los gobiernos europeos para que respalden una iniciativa de paz estadounidense muy discutida, a pesar de que Trump aún no ha revelado ningún detalle al respecto.
El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Jean-Yves Le Drian, dejó en claro que la UE no escribiría un cheque en blanco para un plan de paz de Trump desconocido e instó a Washington a revelar lo que estaban preparando Jason Greenblatt, enviado de Trump para Oriente Medio, y Jared Kushner, El yerno de Trump y su asesor principal.
“Hemos estado esperando durante varios meses la iniciativa estadounidense, y si no hay una, la Unión Europea tendrá que tomar la iniciativa”, dijo Le Drian.
Las últimas acciones diplomáticas se produjeron cuando el secretario general de Hezbolá, Hassan Nasrallah, dijo que el grupo renovaría su enfoque en la causa palestina después de lo que llamó “victorias” en otras partes de la región, especialmente en Siria, donde Hezbollah ha estado apoyando al régimen de Assad.
Nasrallah también pidió a los aliados de Hezbollah que establezcan una estrategia unificada “en el campo” para enfrentar a Israel, ya que decenas de miles de personas acudieron a un mitin en Beirut convocado por Nasrallah.
Netanyahu, al llegar a una reunión de ministros de Exteriores de la UE en Bruselas, dijo que la medida de Trump hizo posible la paz en Medio Oriente “porque el reconocimiento de la realidad es la sustancia de la paz, la base de la paz”.
Dijo que todos o la mayoría de los países europeos moverían sus embajadas a Jerusalén y la reconocerían como la capital de Israel, aunque no hay evidencia de que ningún país europeo se esté preparando para hacerlo.
Con información de The Guardian
