TIJUANA, Baja California.- El comisionado político nacional del Partido del Trabajo, Jaime Bonilla Valdez, calificó como un crimen las omisiones del gobierno de Marina del Pilar Ávila Olmeda al no atender el problema de la contaminación en el agua de las playas de Rosarito.
Recordó que en su administración como gobernador, dedicaron recursos para limpiar la zona de la canalización del Río Tijuana.
“Desgraciadamente y con toda pena te lo digo, no solamente es un descuido, es un crimen, cuando a mí me tocó atender ese tema como gobernador, resolvimos el problema del río, porque el problema empieza en la canalización.
Limpiamos la canalización, gastamos mucho dinero, se solucionó una parte del problema, la otra parte era controlar que las industrias no estuvieron mandando desechos químicos, se pudo medio controlar, pero ya se les quitó ese freno de mano y siguen haciendo lo mismo con toda la contaminación”, citó.
Asimismo, Rosalía Hernández, representante de diferentes colonias de Rosarito, manifestó su preocupación ante este problema que afecta a los residentes y al turismo de la zona costera de Baja California, resaltó que no ha visto esfuerzos por parte de la alcaldesa Araceli Brown en atender la situación.
“La verdad si nos afecta y nos preocupa, no somos escuchados, porque sabemos que nuestras aguas son un lugar turístico, ahí van nuestras familias a pasar un fin de semana y la alcaldesa no presta atención, ni cuidado”, refirió.
Los últimos resultados registrados por la Comisión Estatal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios fueron contundentes al revelar que el agua no era apta para la recreación por parte de los ciudadanos.
Con información de Alan Ramírez.
