Un mal matrimonio puede dañar seriamente su salud, según científicos

Un mal matrimonio con conflictos frecuentes podría tener un grave impacto perjudicial en su salud, según los psicólogos.

Los investigadores de las universidades de Nevada y Michigan monitorearon a 373 parejas heterosexuales para investigar si estar en desacuerdo sobre temas múltiples, como los niños, el dinero, los suegros y las actividades recreativas, tenía implicaciones negativas para la salud.

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“Seguimos a las parejas casadas durante los primeros 16 años de matrimonio y comparamos la salud subjetiva de esposas y maridos que informaron una mayor cantidad de temas de conflicto con aquellos que reportaron menos”, dijo Rosie Shrout, que presentó los resultados preliminares en la Asociación Internacional de Conferencia de Investigación de Relaciones en Colorado.

Los investigadores encontraron que el conflicto matrimonial afectaba negativamente la salud tanto de los esposos como de las esposas, aunque había un mayor impacto del conflicto en los hombres que en las mujeres. Las parejas que acordaron entre sí más beneficios de salud experimentados desde el principio en sus relaciones, pero este efecto protector se desvaneció en los últimos años de matrimonio.

Las calificaciones de salud se calcularon al pedirles a los cónyuges que respondieran preguntas sobre su salud, incluso si su salud interfería con su trabajo, si estaban lo suficientemente sanos como para hacer las cosas que querían hacer, si tenían problemas para dormir, si les molestaba nerviosismo y sensación de inquietud, y si estaban preocupados por dolores de cabeza.

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El conflicto en una relación puede provocar respuestas dañinas en el cuerpo como inflamación, cambios en el apetito y una mayor liberación de hormonas del estrés, todo lo cual puede afectar numerosos aspectos de la salud que van desde la función cardíaca hasta el sistema inmunitario, según investigaciones previas.

Un conjunto de pruebas sugiere que las personas casadas tienden a vivir vidas más largas y más sanas que aquellas que están divorciadas, son viudas o nunca se casaron. “Tienen un mejor bienestar psicológico, tienen menos probabilidades de desarrollar enfermedades y sanan más rápido cuando están enfermos”, dijo Shrout.