Un guardián del zoológico murió luego de ser atacado por un raro tigre blanco dentro de su recinto en un zoológico en el suroeste de Japón.
Akira Furusho fue declarado muerto a su llegada al hospital el lunes por la noche después de ser atacado por uno de los cuatro tigres blancos que se encontraban en el parque zoológico de Hirakawa en la ciudad de Kagoshima.
Un colega que se encontraba dentro del recinto de los tigres encontró a la niña de 40 años colapsada y sangrando por el cuello justo después de que el zoológico se hubiera cerrado, informó Kyodo News.
El tigre que se creía responsable del ataque había sido sedado con un arma tranquilizadora cuando llegaron los rescatistas y la policía. No hubo ninguna palabra inmediata sobre su condición. La familia de la víctima ha pedido que se mantenga con vida.
La policía inició una investigación sobre el cuidado de los tigres blancos en el zoológico de gestión pública, que se inauguró en 1972.
“Tenemos la intención de no matar a Riku y seguir manteniéndolo porque la afligida familia nos pidió que lo hagamos”, dijo a la AFP Takuro Nagasako, un funcionario del zoológico. Mientras que el zoológico estuvo abierto de manera normal el martes, la zona de observación del tigre blanco se restringió “a medida que la policía seguía investigando el caso”, agregó Nagasako.
El ataque a Furusho fue el segundo que involucró a un empleado del zoológico en Japón este año.
En marzo, una trabajadora del zoológico de Ueno en Tokio resultó herida cuando un gorila se mordió el brazo derecho. Según los informes, los ataques ocurrieron mientras ella escoltaba al gorila desde su área de exhibición pública a su espacio vital, lo que provocó una investigación sobre cómo ella y el animal habían estado en contacto tan cercano.
Rosa King, una cuidadora del zoológico en el parque zoológico de Hamerton en Cambridgeshire, Inglaterra, fue asesinada en mayo de 2017 después de que un tigre ingresó al recinto donde trabajaba, en lo que los funcionarios del zoológico describieron un “accidente anormal”.
Después de la muerte de King, el presentador de televisión y naturalista Steve Backshall dijo que como animales que viven y cazan solos en la naturaleza, los tigres mantenidos en cautiverio pueden estar expuestos a un estrés innecesario.
“En la naturaleza, tendrán enormes rangos de casa y rara vez entrarán en contacto con otros tigres”, dijo Backshall a la BBC. “Y en cautiverio, a menudo se mantendrán en recintos relativamente pequeños con otros tigres, y no hay duda de que podrían causar tensiones artificiales en las poblaciones encerradas.
“Un tigre salvaje podría tener un área de más de 1,500 millas cuadradas (3,885 kilómetros cuadrados); obviamente, nunca podrías tener un zoológico de ese tamaño”.
