CHARLOTTESVILLE, Virgina — Una manifestación organizada en Virginia por personas blancas nacionalistas terminó abruptamente este sábado después de que surgiera una ola de violencia que causó que el gobernador declarara estado de emergencia y ordenó a las fuerzas de seguridad a desalojar el área.
La manifestación de nacionalistas blancos, que tanto sus organizadores como sus críticos calificaron como la más numerosa de los últimos años, se volvió violenta casi de inmediato y causó la muerte de una persona y varios heridos. “Estoy desolado debido a que una persona perdió la vida aquí”, tuiteó el alcalde Mike Signer.
Desde Bedminster, Nueva Jersey, el presidente Trump condenó la violencia y pidió una pronta restauración del orden. “Condenamos en los términos más severamente posibles esta indignante muestra de odio, intolerancia y violencia en tantos bandos”, dijo. Más tarde, añadió: “Por encima de todo, debemos recordar esta verdad: no importa nuestro color, credo, religión o partido político, antes que nada todos somos estadounidenses”.
Los disturbios empezaron con una manifestación la noche del viernes y se agravaron la mañana del sábado en medio de una congregación de centenares de nacionalistas blancos que portaban banderas confederadas, gritaban frases nazis y usaban cascos y escudos. Se reunieron ante la estatua de Robert E. Lee en el Parque de la Emancipación, en Charlottesville, y comenzaron a gritar: “No vas a remplazarnos” y “El judío no va a remplazarnos”.
Cientos de opositores rodearon a la multitud, y gritaban sus propias consignas.
Un par de horas después, un auto embistió a los manifestantes que se oponían a los nacionalistas. Los funcionarios de la ciudad dijeron que hubo varios heridos después de un choque entre tres vehículos.
Brennan Gilmore, un residente de 38 años de Charlottesville, asistió a la protesta en contra de los nacionalistas blancos. Gilmore pudo grabar el momento en que un vehículo gris se acercaba lentamente a quienes se manifestaban en contra de los nacionalistas y cómo aceleró de repente para embestir a las personas.
“Volaban cuerpos, sobre el capó y en el aire”, dijo Gilmore. “Fue espantoso”.
El enfrentamiento fue el más reciente de una tensa relación en Estados Unidos a causa de los planes de quitar estatuas y otros monumentos históricos de la Confederación. La tensión ha aumentado a partir de la elección presidencial de Trump, quien goza de un ferviente apoyo de los nacionalistas blancos.
A partir de los sucesos de este sábado, Trump tuiteó: “TODOS debemos estar unidos y condenar ese odio. No hay lugar para este tipo de violencia en Estados Unidos. ¡Unámonos!”.
Sheryl Gay Stolberg y Brian M. Rosenthal
© 2017 New York Times News Service
