
En Tijuana no podemos jugar con fuego a riesgo de salir sumamente lastimados
La explosión registrada el día de ayer lunes 28 en el cruce vehicular en el que el gobierno federal a través de la SEDENA construye el paso elevado del aeropuerto a Playas de Tijuana pudo haber sido una verdadera tragedia para Tijuana.
Sin entrar en el terreno de la especulación, tengamos en cuenta que se trata de un punto de alta concentración vehicular y de personas que se desplazan por la zona del centro o Zona Río hacia la garita de San Ysidro o viceversa.
La causa de la explosión que luego se mantuvo como un incendio activo durante una hora fue la perforación de la tubería de gas durante las excavaciones realizadas para levantar los soportes de esta vialidad.
Todo apunta a la falta de información sobre el tendido de la tubería de gas en la zona de trabajos, un punto a todas luces imperdonable si los encargados de la obra tienen conocimiento de que en dicha zona corre este ducto de combustible.
Hay evidencias que apuntan a que primero fue observada una llama de gran altura, lo que ayudó a que los trabajadores pudieran alejarse del punto en que finalmente retumbó una explosión tan intensa que cimbró los edificios más cercanos y que fue escuchada en los pisos más altos de los condominios de la zona. Providencialmente solo un joven de 20 años resultó con quemaduras de primer grado que son las más leves en este tipo de accidentes.
Con anterioridad, en febrero pasado, la calle Brasil de la colonia Cacho permaneció cerrada y bajo vigilancia de bomberos y del personal de la compañía de gas por la constante presencia de combustible acumulado.
Es urgente que los coordinadores de Protección Civil y de la compañía gasera que suministra combustible a través de tubería se sienten en mesas de trabajo en las que cuenten con las carpetas necesarias sobre los trabajos de construcción en proceso, incluida esta magna obra del gobierno federal a fin de evitar una tragedia.
No descartemos que la explosión pudo haber sido aún mayor y que el número de víctimas pudo ser considerable, considerando la densidad de tránsito y empleados en el área.
En pocas palabras, en Tijuana no podemos jugar con fuego a riesgo de salir sumamente lastimados dada nuestra alta concentración demográfica en un espacio mucho menor al de otras ciudades.