Tensión en la cumbre de la UE sobre la unidad post-Brexit

Los mandatarios europeos deben pronunciarse el jueves sobre la reelección del polaco Donald Tusk al frente del Consejo Europeo, una opción rechazada por su propio país y que siembra la tensión en una cumbre consagrada también a la unidad de una UE sin Reino Unido.

“Tusk goza de la confianza de muchos (…) y esta es una señal clara que deben entender aquellos que todavía tienen un problema con [su] reelección”, como Polonia y Hungría, dijo este martes el secretario de Estado alemán Michael Roth, quien urgió a los europeos a mostrar “unidad, sobre todo en estos tiempos” difíciles.

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La decisión de los británicos de abandonar la UE, que de concretarse sería la primera de un país en casi 60 años de proyecto europeo, supuso un duro golpe a un bloque debilitado por el estallido financiero de 2008, así como la crisis migratoria y los atentados yihadistas de los últimos años.

Los mandatarios prevén plasmar en una cumbre extraordinaria el 25 de marzo en Roma, con motivo del 60º aniversario de su unión, sus expectativas para un futuro sin Reino Unido, una reflexión a la que el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ya aportó su contribución con su ‘Libro Blanco para el Futuro de Europa’.

Sin embargo, al igual que con la elección del presidente del Consejo Europeo, la visión de algunos países del este de Europa, de los últimos en incorporarse a la UE después de permanecer durante décadas bajo la órbita soviética, chocan con la de los países fundadores del bloque y las principales economías de la zona euro.

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“Posición fuerte” de Tusk

El presidente del Consejo Europeo parece tener el camino allanado para su continuidad al frente de los 28 hasta finales de 2019, aunque Polonia rechaza apoyar al que fuera su primer ministro entre 2007 y 2014 y propone al eurodiputado Jacek Saryusz-Wolski, en un contexto de tensión entre el gobierno nacionalista polaco con Bruselas.

El gobernante partido Derecho y Justicia (PiS) rehúsa apoyar su reelección, al considerar que Tusk violó “el principio de neutralidad” con Polonia. Además, el líder de esta formación conservadora, Jaroslaw Kaczynski, lo considera responsable “moral” de la muerte en 2010 de su hermano gemelo Lech en un accidente aéreo.

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“Tusk cuenta con una posición fuerte”, dijo a AFP una fuente europea. Polonia no puede vetar la decisión por sí sola ni con el eventual apoyo de la Hungría del euroescéptico Viktor Orban, ya que para la elección del presidente del Consejo se necesita al menos el ‘sí’ de 21 países, que representen el 65% de la población.

La cumbre de dos días comenzará con esta elección, si bien la tensión podría extenderse al viernes, cuando los mandatarios, sin su homóloga británica, Theresa May, aborden la declaración que publicarán en Roma a finales de marzo para dar un nuevo impulso al bloque tras el Brexit.

“Unidad no es uniformidad”

Los dirigentes de las cuatro principales economías de la zona euro -Alemania, Francia, Italia y España- mostraron el lunes su apuesta con matices por una UE con diferentes grados de integración entre países, una opción recogida entre los cinco escenarios planteados por Juncker.

“La unidad no es la uniformidad”, subrayó el francés François Hollande, mientras que la jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, urgía a los europeos a “tener el coraje de aceptar que algunos países avanzan más rápidamente que los otros”, sin que esto signifique cerrar la puerta a aquellos que se “retrasaron”.

Esta Europa a varias velocidades, en temas como la defensa, choca con algunos países del este, como los de Visegrado (Hungría, Polonia, República Checa y Eslovaquia), preocupados por convertirse en miembros de segunda. La primera ministra polaca, Beata Szydlo, alertó la semana pasada que “nunca” aceptará tales divisiones.

Este asunto “peligroso” necesita “una reflexión política”, advierte un alto responsable europeo, para quien “el mensaje clave en Roma deberá ser la unidad”. “Decir que necesitamos más Europa a varias velocidades en Roma sonaría falso”.