Luego de que el empresario Elon Musk lograra comprar la red social Twitter, usuarios han volteado a ver una aplicación como una alternativa: Discord.
Discord, una vez visto como una herramienta de mensajería de nicho principalmente para jugadores, comenzó a ser tendencia en Twitter ya que muchos abogaron por un éxodo masivo a la plataforma.
Ya sea que tal éxodo realmente se manifieste o no, la charla indica que las percepciones en torno a Discord han cambiado y que la aplicación podría estar preparada para un gran avance.
Discord tuvo un comienzo humilde. Lanzada en 2015 como una versión moderna de las salas de chat de la vieja escuela como ICQ y las que alguna vez se encontraron en AOL, la aplicación de mensajería instantánea se creó para que los jugadores hablaran de juegos con otros jugadores.
Los servidores se dividen en diferentes canales o salas de chat dedicadas a temas específicos, como el speedrunning de Elden Ring, por ejemplo, y dependiendo de la configuración de un servidor, a menudo la única forma de unirse a uno es si un moderador lo invita.
Esta estructura un tanto cerrada y orientada a la comunidad contribuyó a la percepción de que Discord era una aplicación para jugadores, aunque una vez que llegó la pandemia, experimentó un gran aumento en popularidad, y claramente no solo entre los jugadores.
A mediados de 2021, la plataforma tenía hasta 150 millones de usuarios activos mensuales. Por supuesto, la gente jugaba más a los videojuegos y la pandemia hizo que más personas usaran Discord para jugar juegos de rol de mesa como Dungeons & Dragons también de forma remota. Pero el uso de Discord también se estaba expandiendo mucho más allá de los círculos centrados en los juegos.
Después de todo, la gente estaba encerrada en casa y Discord es una excelente manera de mantenerse en contacto con amigos a largas distancias. Es un método aún mejor para organizar comunidades en torno a temas de nicho y subculturas que te interesan, relacionadas con los juegos o no.
Twitter, por otro lado, es simplemente diferente. Construido originalmente como una plataforma de microblogging para compartir “lo que está sucediendo” en su mundo con cualquiera que lo siga, desde entonces se ha convertido en un espacio para que proliferen tanto la defensa como la intolerancia.
La complicada historia de Musk de burlarse del uso de pronombres y tomar medidas drásticas contra la disidencia de Tesla ha dejado a muchos cautelosos sobre cómo este “absolutista de la libertad de expresión” podría ejecutar la aplicación. Y ahora que Musk adquirió Twitter, algunos creen que empeorará la plataforma a largo plazo.
Incluso se discute que los racistas prohibidos y los extremistas de extrema derecha como Donald Trump y Milo Yiannopoulos podrían cambiar de plataforma bajo el régimen de Musk, lo que no es un buen augurio para la gente queer marginada.
Con información de Kotaku
