Más de 100,000 muertes de bebés en todo el mundo podrían prevenirse mediante el desarrollo de una vacuna contra el estreptococo, una infección comúnmente portada por mujeres embarazadas, según un informe pionero.
El impacto de la enfermedad causada por el estreptococo del grupo B (GBS) no se ha registrado adecuadamente antes y solo en años relativamente recientes alguien ha tomado en serio su papel en la muerte de bebés en el útero y en los primeros días de la vida.
En todo el mundo, más de 21 millones de mujeres embarazadas portan la bacteria que solía considerarse inofensiva, según investigadores de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (LSHTM). Hoy en día se reconoce como una causa de septicemia y meningitis en los recién nacidos, con efectos potencialmente mortales, y también como una causa importante de mortinatos, pero las vacunas contra este solo están en desarrollo.
Once artículos han sido publicados en la revista Clinical Infectious Diseases y presentados en la Reunión Anual de la Sociedad Americana de Medicina Tropical e Higiene en Baltimore, que revelan la escala de la infección y el daño que causa. Dicen que hay 410,000 casos de enfermedades cada año y 147,000 muertes infantiles. Una de cada cinco mujeres embarazadas transporta la bacteria, que puede causar meningitis y también septicemia potencialmente mortal (envenenamiento de la sangre) en ellos y en su bebé.
En los países ricos, las mujeres que se consideran en riesgo reciben antibióticos durante el trabajo de parto, pero eso no previene el nacimiento de bebés muertos y no es una solución práctica para África y otros países en desarrollo donde la tasa de infección es alta. También podría contribuir a la resistencia a los antibióticos, que es un problema mundial.
“Las vacunas son el camino a seguir”, dijo Joy Lawn, coautora principal de los documentos y profesora de salud materna, reproductiva e infantil en la LSHTM. “Están en camino pero probablemente será un horizonte temporal de cinco años”. El proceso de la vacuna debe acelerarse. La Organización Mundial de la Salud ya se está moviendo para asegurarse de que cuando obtengamos una vacuna esté disponible para los países donde la necesidad es más alta “.
Con información de The Guardian
